GRABAR, ‘labrar en hueco o en relieve, o por otro procedimiento, una inscripción o figura’, del fr. graver íd., y éste probablemente del fráncico *GRABAN (gót. graban ‘cavar’, a. alem. ant. graban ‘cavar’, ‘grabar’, neerl. graven, ags. grafan ‘cavar’, ‘grabar’, isl. grafa).

1.ª doc.: 1588, Góngora, ed. Foulché I, 108.

Aparece un par de veces en Góngora, y es frecuente en el Quijote. Palabra noble en aquella época, carácter que conserva hasta hoy en muchas frases entonces acuñadas (grabar en bronce, grabar en la memoria, etc.). Regístranlo Covarr. y Oudin. pero todavía falta en APal., Nebr., C. de las Casas y Percivale (1591). Del francés pasó también a la lengua de Oc (modernamente), al catalán1 y al portugués [Luis Pereira, fin del S. XVI]; mientras que el italiano se mantuvo reacio a esta palabra, y fiel a sus antiguos vocablos intagliare, incidere, sculpere. El problema del origen del fr. graver no se ha investigado a fondo. Desde Diez se cree comúnmente que es de origen germánico; así lo admitieron M-L. (en la primera ed. de su REW) y Bloch2; pero Gamillscheg (EWFS, s. v.; no rectificado en R. G.), fijándose en que graver ‘grabar’ no está documentado por God. hasta el S. XV, mientras que en la ac. ‘partir el cabello, hacerse la raya’ ya figura en el XII, opta por separar los dos vocablos. Este último significaría básicamente ‘trazar surcos’ (de ahí graveüre ‘ranura’, también S. XII) y procedería del germánico. El otro graver ‘grabar’ aparece ya una vez en 1475, y God. (IX, 720c), fuera de este ej., sólo cita dos de graffer (grapher) en 1489 y en el S. XVI (C. Marot); hay también grapher y grapheur (IV, 328; IX, 720) por la misma época en Fossetier. De ello deduce Gamillscheg que graver en este sentido es alteración tardía de grafer; en cuanto a éste no es posible derivarlo directamente del gr. Ɣράưειν ‘grabar’, ‘escribir’, puesto que no existe un lat. *graphare que sirviera de intermediario, pero sí se puede derivar del fr. antic. grafe, variante de greffe en su ac. primitiva de ‘punzón para escribir o grabar’, que a su vez procede del lat. GRAPHէUM, gr. ƔραưεƗον íd.; en efecto, grafe, aunque variante menos frecuente que graife (> greffe), está documentada muchas veces por God. (IV, 328a, b) en textos de los SS. XIV-XVI. El cambio de grafer en graver no se debería al influjo de graver ‘abrir surcos’, sino al de grave ‘pesado’.

Dejando aparte este último punto, que apenas se puede sostener, este razonamiento me parece coherente y aun acaso aceptable; M-L. pensó lo mismo y aceptó esta idea en su tercera edición (REW 3847). Sin embargo me inclino a creerlo falaz: aunque nada puede asegurarse mientras no se haya estudiado a fondo la historia del vocablo en francés y en germánico, es difícil creer que la identidad semántica del fr. graver con el alem. clásico graben, ingl. grave, engrave, sea debida a una pura casualidad. ¿Será por el contrario el francés el que prestara su significado ‘grabar’ a las lenguas germánicas? De hecho el alem. moderno ha tomado gravieren del francés. Que en inglés grave y engrave sean préstamos franceses disfrazados, aunque nuestro significado ya existe en anglosajón, podría ser, pues hay otros casos en que una voz francesa importada por los normandos, aunque de lejano origen teutónico, se superpuso a una vieja palabra hereditaria anglosajona y borró su recuerdo; de todos modos es difícil, teniendo en cuenta que engrave tiene conjugación de tipo germánico. Pero el hecho es que la ac. ‘grabar’ del alem. graben, aunque hoy algo olvidada a causa de gravieren, no sólo pertenece al alemán clásico (Lutero, Goethe, Schiller), sino que ya se halla en alto alemán antiguo, en varios textos (Graff IV, 302), y se transmite en poesías de los SS. XI y XII sin interrupción hasta Lutero; véanse los diccionarios históricos de Trübner y de Heyne.

No hay dificultad semántica en pasar de ‘cavar’, ‘trazar surcos’ hasta ‘grabar por incisión’, que era el procedimiento común en lo antiguo. Ahora bien, debe tenerse en cuenta que los lexicógrafos franceses, y en particular God., al estudiar el idioma medieval y anticuado, estaban más atentos a las formas y acs. olvidadas que a las que pertenecían al francés moderno y de todas las épocas; de ahí que prestaran atención preferente a graver ‘partir la raya, peinar’ y a la forma grafer; mientras que si God. en su Suplemento sólo registra graver ‘grabar’ en el S. XV, esto no es prueba concluyente de que no existiera con anterioridad. De hecho graveresse ‘grabadora’ figura en Guillaume de Digulleville, a med. S. XIV (God. IV, 341b), de suerte que el verbo correspondiente debió hallarse por lo menos en esta fecha. Las formas como grapher (-ffer), y aun el sustantivo graffe, figuran en humanistas como Clément Marot y Amyot, y por lo tanto son sospechosas: es probable que sean éstas las alteraciones de graver y no viceversa, en la época en que se insistía tanto en el abolengo clásico de la lengua francesa, cuando se escribía sçapvoir, Estiephne y aun otras barbaridades más gruesas. Lo que no cabe duda es que en español grabar es galicismo, dada la fecha respectiva de los dos vocablos y la pobreza de acs. de la voz española.

A la familia germánica de graban pertenece el sustantivo germánico-común gót. grôba ‘hoya, cueva’, escand. ant. grôf íd., a. alem. ant. gruoba ‘hondonada, garganta, cueva’, alem. grube íd., etc. (todo esto heredado del indoeuropeo, raíz igual, y no menos productiva, en eslavo, no ajena del todo al báltico y quizá, si bien con variantes semánticas considerables, también indoirania, báltica, etc. (Pok. IEW 456 y 455). Desde el gótico, o acaso el suevo, se mantuvo localmente en Galicia. Groba es ‘hoya, cueva’ en el Norte de Lugo (Libro de Villaamil, cit. por Eladio Rdz.), ‘hondonada, depresión en el terreno’ en Láncara (part, judicial Sarria), según Ramón Piñeiro, «cárcava» en Vilaguinte (part. judicial Becerreá) según An. Otero; además hay grouvia recogido por el propio Otero en Mercurín del Caurel, aplicado a un agujero como el que hacen los topos, variante quizá debida a influjo de FOVEA: todas estas localidades y también Barcia y Vilarín pertenecen a la provincia de Lugo en sus partes E. y Centro. Pero el vocablo no sería ajeno a otras zonas de Galicia, pues el propio Otero recogió engrova en el mismo sentido en Marín (ría de Pontevedra) y el aglutinado sangrova en Vilarín, en fin engroba ‘paso hondo y estrecho’ en Barcia. Un derivado de grova ha de ser grueiro, ya anotado en Tuy por Sarmiento (CaG.213v) en el sentido de ‘conducto subterráneo por donde entra o sale el agua para el riego’. Es pues palabra germánica, pero germanismo que ha echado raíces toponímicas en Galicia: cuento cinco aldeas o lugares Groba y un Grobas en las partes Centro-Norte y SO. del país (partidos de Carballo, la Coruña, Arzúa, Carballino, Ribadavia y Ponteareas), un Grubenla en Ponteareas, y un Grueiro y un Grueira, los dos poco al NO. de Lugo; en territorio portugués sólo hay Grovela sobre el Limia, a unos 15 km. de donde entra este río en Portugal. En cambio, nada que ver tiene el nombre de la península del Grove, pues éste viene de un antiguo y céltico Ogobre (-BRIX = -BRIGA).

DERIV.

Grabado. Grabador. Grabadura. Grabazón [?, el ej. único, de Calderón, no tiene sentido claro]. Grabación ‘disco fonográfico’, ‘acto de impresionar un disco’, neologismo con razón rechazado por la Acad., pues lo castizo no es grabar un disco (ingl. to record), sino impresionarlo.

1 No tengo documentación antigua. El adjetivo gravat ‘marcado de viruelas, cacarañado’ es indicio de arraigo autóctono.―

2 Probablemente con la aprobación de Wartburg, que no ha incluído el vocablo en los artículos graphein y graphium de su FEW; lo reservará para el artículo graban de su diccionario especial de germanismos.