GORDO, del lat. GŬRDUS ‘boto, obtuso’, ‘necio’, quizá de origen hispánico: de ‘embotado’ se pasó a ‘grueso’ y de ahí a ‘gordo’.

1.ª doc.: docs. de 1124, 1129 y 1148, como apodo (Oelschl.); como adjetivo aparece ya en J. Ruiz (298a) y en el Conde Luc. (ed. Knust, 66.23).

Palabra común con el port. gordo; en castellano, popular y frecuente en todas las épocas. Un Alí Gurdu aparece ya en la España musulmana en el S. XI (Simonet), un sujeto llamado Gordonzello en doc. de 1042 (Glos. de los Docs. de Sahagún). En latín GURDUS parece haber sido ya empleado por el comediógrafo Laberio de la primera mitad del S. I a. C, pero es vocablo ajeno a los escritores clásicos y Quintiliano dice que era palabra vulgar procedente de España («gurdos, quos pro stolidis accipit vulgos, ex Hispania duxisse originem audivi», I, cap. 5)1. Aunque Schöll, Idg. Forsch. XXXI, 309-20, puso en duda esta afirmación, no hay razones suficientes para rechazarla, y bien puede ser cierta, pues aunque podría ser pariente indoeuropeo del gr. βραƌύς ‘lento’, esta etimología presenta serias dificultades (Walde-H., Ernout-M.); quizá sea voz ibérica, si bien el vasco gurdo ‘blando, muelle, rollizo’, palabra local de la Navarra francesa, parece ser préstamo romance; o más bien hispano-céltica, como admite Dottin y podrían confirmarlo el galés gwrdd ‘fuerte’ y el nombre galo Gurdonicus, y aun acaso podría entonces mantenerse la supuesta hermandad con βραƌύς, dado el carácter sui generis de la combinación g?࿋ (comp. Pedersen, Vgl. Gramm. I 43, párrafos 2.° y 3.°, y 108).

En latín la ac. documentada primero es ‘necio’, y ‘embotado’ no aparece hasta el S. IV: es fácil pasar de ésta a aquélla y viceversa, y atendiendo a que el romance sólo conoce la última pudiera ser ésta la primitiva2. Fr. gourd y oc. gort significan principalmente ‘aterido’ o ‘embotado’, y de ahí vendrá la idea expresada por el cat. pirenaico gord ‘duro’ (pan, piedra, madera: en Cerdaña, Urgellet y Pallars), ‘áspero, grosero’ (Tremp). Por otra parte, la ac. ‘gordo’ se halla en hablas occitanas occidentales (FEW IV, 328b), es rara en catalán antiguo3 y aparece en dialectos italianos: Val Vedasca (junto al Lago Mayor) grt ‘abundante’ (Festschrift Jud, 729), calabr. merid. gurdu ‘harto’, Matera, Molise ngurd ‘glotón’ (Rohlfs, ARom. IX, 167), milan. ant. gordo ‘ávido’, Como gordo íd. y ‘abundante’ (vid. FEW IV, 329b), it. ingordo ‘comilón, ávido’ (ya en Dante).

DERIV.

Gordal [1513, G. de Herrera; G. de Alfarache, ej. citado en Aut.; además ed. Cl. C. I, 146.26, aceitunas gordales; etc.]. Gordana. Gordillo. Gordura [h. 1250, Setenario f° 10r°; 1.ª Crón. Gral. 408b36; APal. 26d; Nebr.]; antes también gordor (hoy ‘grosor’ en ast., V), gordeza. Engordar [1251, Calila 19.53; APal. 15b, 126b, etc.; Nebr.], antes también engordecer; engorda; engorde; engordador; engordadera. Regordete; regordido.

CPT.

Gordinflón [Acad. ya 1884, no 1843] o gordiflón [Covarr.; hoy venez.: Picón Febres], compuesto con inflar. Gordomán, mozár., ‘hombre recio, fuerte y tosco’, en escritura granadina del S. XVI y hoy en Marruecos: Simonet lo toma como híbrido formado con el gót. manns ‘hombre’, pero quizá contenga más bien el lat. MAGNUS ‘grande’, comp. Portomán (Simonet, s. v. porto; = mall. Portmany), Valemán (íd., s. v. val), Carlamán (ibid., p. LIX).

1 Aunque A. de Morales se refiere a esta frase de Quintiliano, ello no es razón suficiente para catalogar gurdo como palabra española romance, según hacen Aut. y Acad.―

2 La forma guridus (entre fatuus, morio y stolidus) de las Notas Tironianas (ALLG XII, 59) y goridus «rigidus» de CGL V, 298.57 (enmendado innecesariamente por los editores) serán ultracorrecciones, según el modelo de virdis por viridis, caldus por calidus.―

3 Sólo conozco dos ejs.: «Diners, magres fan tornar gords, / e tornen lledesmes los bords», Turmeda, Bons Amonestaments, 154; «en hivern meng gallines grosses e polles prenys e capons gords», Eiximenis, Terç del Crestià (1381-6), N. Cl. VI, 51. Hoy se emplea en Tortosa (Ag., Griera), en alguna localidad de la provincia de Castellón y otras valencianas, y en la turolense de Pena-roja (BDC IX, 71), de suerte que en esta ac. puede ser aragonesismo local. Cap gort ‘cabeza gruesa’ en el valenciano M. Gadea (Tèrra del I, 243). La frecuencia del vocablo en la toponimia valenciana me induce a creer que en esta ac. es mozarabismo. P. ej. el Tormogord (pronunciado corrientemente tomogord, con disimilación que revela poca conciencia de la palabra tormo, pero no de gord) gran peñasco en la Sierra de Albaida; el Cabeço Gordo, cumbre de la Sierra de Ontinyent, etc. O sea, que coexisten la forma mozárabe pura gordo y la catalanizada gord.