GARZÓN, ‘joven, mancebo’, ‘joven disoluto’ antic., tomado del fr. garçon ‘muchacho’, antiguamente ‘mozo de bagajes en el ejército’, ‘hombre vil’, de origen incierto, quizá del fráncico *WRAKJO, -UNS, íd. (a. alem. ant. wrckeo ‘desterrado’, alem. lit. y dial. recke ‘héroe’, ‘gigante’, ‘vagabundo’, b. alem. ant. wrkkio, ags. wrecca ‘fugitivo’, ‘desgraciado’, ingl. wretch ‘miserable, bribón’, de la misma raíz que el alem. rächen ‘vengar’).

1.ª doc.: Berceo.

Tenía constantemente ç sorda en los textos que distinguen las dos sibilantes africadas. Para ejs. de este vocablo, que sale en el Alex. (1982), J. Ruiz, Canc. de Baena, etc., vid. Cej., Voc., y W. Schmid; lo más común es que tenga sentido peyorativo, y en Elena y María (S. XIII) y otros textos es precisamente ‘mozo disoluto’1; en el Quijote (I, xl, 207) y en Haedo designa un sodomita mantenido por un señor árabe. Sin embargo hallamos también «garçon que se quiere casar: procus», es decir, pretendiente, en Nebr., y J. de Valdés comenta «casi avemos dado de mano a garçon, por mancebo, no embargante... el refrán que dize: Prendas de garçon dineros son» (Diál. de la l., 107.21); en Lope (El Mejor Alcalde, el Rey) es ya palabra anticuada, puesta en boca de un rústico, como típica de su lenguaje aldeano. Poco se empleó ya desde entonces. Aun en la Edad Media una auréola de extranjerismo envuelve constantemente el vocablo, mucho menos frecuente que en francés. Que procede de este idioma, no cabe duda. Se han propuesto casi tantas etimologías del fr. garçon como de andar. Gamillscheg, EWFS, hizo certera justicia de casi todas ellas (comp. Vising-G. Paris, Rom. XVIII, 639). La que más en serio se puede tomar es la de Kluge (ZRPh. XLI, 684-5), fránc. *WRAKJO, basado en las formas emparentadas de las demás lenguas germánicas, citadas arriba, especialmente el su. alem. reck ‘vagabundo’ (S. XVI) y el b. lat. Waracio, como nombre de persona en dos fuentes del S. IX. Hay algunas objeciones fonéticas, aunque no decisivas. Nota Spitzer (Litbl. XXXVIII, 302) que en casos semejantes el grupo WR- se resuelve en war-, fr. gar-, pero manteniéndose la A que sigue a la R, de suerte que esperaríamos en francés antiguo *gareçon; sin embargo, el caso es complejo y puede tener razón Gamillscheg al replicar que ni WRATJA > fr. garance ni WRANJO > fr. gareignon son rigurosamente comparables, pues en el primero la A era tónica y difícilmente podía eliminarse, y en el segundo lo desusado del grupo -rgn- pudo ayudar a mantenerla; además, como nota Gamillscheg en R. G. I, p. 172, pudo ya haber una metátesis dialectal en germánico, y los nombres de lugar Guerchy, Garchy (Warchiacus en el S. V, Warchy en el XI), parecen comprobar la metátesis en cuestión.

Por otra parte objeta Josef Brüch (ZRPh. LI, 496-500), logrando la adhesión de M-L. (REW3, 9578a), que en el Roland y en alguna otra fuente que suele escribir gua- las palabras procedentes de una germánica en WA-, hallamos garçun, y hoy tenemos garchon (y no *warchon) en el dialecto de Picardía; pero antes de poder utilizar este argumento debería procederse a un estudio serio y total de los textos en cuestión, que procediendo de una amalgama de dialectos diversos (el del autor y el del copista en el caso del Roland) no son consecuentes en este punto (galop y no walop, p. ej.), y el picardo actual es también un dialecto mezclado, además de que no falta algún testimonio de la forma warçon; en cuanto a la etimología *WURKJO (o *WORKJO), que propone Brüch, como equivalencia del a. alem. ant. wurcho ‘obrero’, se presta también a objeciones fonéticas (puesto que una forma *gorçon no se encuentra nunca, y este tipo de disimilación no es común), además de que la existencia de tal vocablo en fráncico es ya menos segura2.

Desde el punto de vista de la semántica, es conocido el hecho de que garçon suele tener en la Edad Media francesa un sentido peyorativo, aunque ya se hallan pronto testimonios de la ac. neutra moderna ‘muchacho’: es corriente, en efecto, que palabras de sentido peyorativo se conviertan luego en denominación del muchacho u hombre joven, y viceversa, comp. el cast. mancebo < MANCIPIUM ‘esclavo’, cat.. bordegàs propiamente ‘bastardo’, cat. vailet = fr. valet, cat. marrec ‘chaval’ ~ marreca ‘ramera’, etc.

DERIV.

Garzonear. Garzonía [Berceo, S. Mill., 265; J. Ruiz, 319; ej. del S. XVI en Fcha.] o garzonería (S. XVII, Castillo Solórzano, ibid.).

1 «Más val seso y mesura / que sienpre andar en locura, / commo el tu cavallero / que ha vidas de garçón», RFE I, 56, con comentario de M. P., p. 88.―

2 Alguna tentativa posterior no merecería en realidad el honor de una mención, si no conviniera aprovechar la oportunidad para formular una queja. Los directores de revistas romanísticas debieran ser más parcos en su hospitalidad para con estudiosos como el Sr. Nicholson (Rom. L, 94-98), que se empeñan en abultar los legajos etimológicos, en cuestiones tratadas por maestros desde todos los aspectos, sin utilidad para nadie, para confusión del público no especializado, y sin otro resultado que mostrar su falta completa de criterio o una ignorancia elemental. El Sr. Nicholson, y sólo él, ignora por lo visto que el fráncico no tomó parte en la segunda mutación consonantica y por lo tanto no pudo tener una forma *WARTJO (equivalente del alem. wärter). Este diccionario no se hace nunca eco de las ideas irresponsables que disemina profusamente este escritor en libros y revistas. Baste esta excepción única para justificar tal actitud, que no se ha tomado a la ligera. Al mismo nivel que la de Nicholson hay que poner la etimología de GdDD 7312: a. alem. ant. warza, que significa ‘verruga’ y no ‘pezón’, y que en fráncico habría sido *warta.