GARZÓN, ‘joven, mancebo’, ‘joven disoluto’ antic., tomado del fr. garçon ‘muchacho’, antiguamente ‘mozo de bagajes en el ejército’, ‘hombre vil’, de origen incierto, quizá del fráncico *WRAKJO, -UNS, íd. (a. alem. ant. wrẹckeo ‘desterrado’, alem. lit. y dial. recke ‘héroe’, ‘gigante’, ‘vagabundo’, b. alem. ant. wrẹkkio, ags. wrecca ‘fugitivo’, ‘desgraciado’, ingl. wretch ‘miserable, bribón’, de la misma raíz que el alem. rächen ‘vengar’).
1.ª doc.: Berceo.
Por otra parte objeta Josef Brüch (ZRPh. LI, 496-500), logrando la adhesión de M-L. (REW3, 9578a), que en el Roland y en alguna otra fuente que suele escribir gua- las palabras procedentes de una germánica en WA-, hallamos garçun, y hoy tenemos garchon (y no *warchon) en el dialecto de Picardía; pero antes de poder utilizar este argumento debería procederse a un estudio serio y total de los textos en cuestión, que procediendo de una amalgama de dialectos diversos (el del autor y el del copista en el caso del Roland) no son consecuentes en este punto (galop y no walop, p. ej.), y el picardo actual es también un dialecto mezclado, además de que no falta algún testimonio de la forma warçon; en cuanto a la etimología *WURKJO (o *WORKJO), que propone Brüch, como equivalencia del a. alem. ant. wurcho ‘obrero’, se presta también a objeciones fonéticas (puesto que una forma *gorçon no se encuentra nunca, y este tipo de disimilación no es común), además de que la existencia de tal vocablo en fráncico es ya menos segura2.
Desde el punto de vista de la semántica, es conocido el hecho de que garçon suele tener en la Edad Media francesa un sentido peyorativo, aunque ya se hallan pronto testimonios de la ac. neutra moderna ‘muchacho’: es corriente, en efecto, que palabras de sentido peyorativo se conviertan luego en denominación del muchacho u hombre joven, y viceversa, comp. el cast. mancebo < MANCIPIUM ‘esclavo’, cat.. bordegàs propiamente ‘bastardo’, cat. vailet = fr. valet, cat. marrec ‘chaval’ ~ marreca ‘ramera’, etc.
DERIV.
Garzonear. Garzonía [Berceo, S. Mill., 265; J. Ruiz, 319; ej. del S. XVI en Fcha.] o garzonería (S. XVII, Castillo Solórzano, ibid.).
1 «Más val seso y mesura / que sienpre andar en locura, / commo el tu cavallero / que ha vidas de garçón», RFE I, 56, con comentario de M. P., p. 88.― ↩
2 Alguna tentativa posterior no merecería en realidad el honor de una mención, si no conviniera aprovechar la oportunidad para formular una queja. Los directores de revistas romanísticas debieran ser más parcos en su hospitalidad para con estudiosos como el Sr. Nicholson (Rom. L, 94-98), que se empeñan en abultar los legajos etimológicos, en cuestiones tratadas por maestros desde todos los aspectos, sin utilidad para nadie, para confusión del público no especializado, y sin otro resultado que mostrar su falta completa de criterio o una ignorancia elemental. El Sr. Nicholson, y sólo él, ignora por lo visto que el fráncico no tomó parte en la segunda mutación consonantica y por lo tanto no pudo tener una forma *WARTJO (equivalente del alem. wärter). Este diccionario no se hace nunca eco de las ideas irresponsables que disemina profusamente este escritor en libros y revistas. Baste esta excepción única para justificar tal actitud, que no se ha tomado a la ligera. Al mismo nivel que la de Nicholson hay que poner la etimología de GdDD 7312: a. alem. ant. warza, que significa ‘verruga’ y no ‘pezón’, y que en fráncico habría sido *warta. ↩