GARCÍA, ‘zorro, raposo’, and., ast., rioj., del antiguo nombre de pila, hoy apellido, García, de origen prerromano.
1.ª doc.: 1897, Vigón; 1903, Baráibar; falta aún Acad. 1899.
Se trata de uno de tantos nombres propios aplicados al zorro, en calidad de eufemismos para no mentar su nombre real, de mal agüero entre los campesinos, como sucedió con el fr.
Renard, cat.
Guilla,
Guineu, etc. En Andalucía dicen
mariagarcía por ‘zorra’ (AV). La investigación del origen del nombre de persona
García no es de este lugar. Me limito a recordar el trabajo de M-L.,
Roman.
Namenstudien II, 63-67, que partía de un proto-vasco
kartze-a ‘el oso’
1, y las autorizadas y fuertes objeciones de Schuchardt,
Litbl. XXXIX, 195-7
2.
Consta desde luego que el vocablo es muy antiguo (
Garsea en 912: Cuervo,
Obr.
Inéd.; ya se hallaría en León h. 870: M. P.,
Oríg., 474; y en mozárabe en el S. X: Simonet, s. v.
garsón)
3, y desde fecha muy remota se halla a ambos lados del País Vasco (cuatro ejs. de
Garsias o
Garsiae en documento gascón de 1096, junto a Tarbes:
Rom. LIV, 379-80;
Gassie de Zacase en la 2.ª mitad del S. IX, Luchaire,
Recueil d’Anciens Textes Gascons, p. 99). Por otra parte hay variante sin
G-, especialmente en el patronímico
Garcés (<
Garceiz), junto al cual hallamos
Arcez,
Arçeiz (M. P.,
Oríg., 328; Tilander,
Fueros de Aragón, p. 627; Gili,
Homen.
a M.
P. II, 110), que no puede explicarse por un hecho castellano de fonética sintáctica, según quisiera Gili, sino por una alternancia de procedencia aborigen. Menos seguro es que hubiera variante con
K-, pero coincide el
Karzia de 1083 citado por Menéndez Pidal,
Orígenes, 330, con el
Carci Bonet de 1202 mencionado por Leite, y con las formas antiguas del nombre del pueblo de
García, en la ribera catalana del Ebro, llamado
García muchas veces en la Edad Media y todavía pronunciado así por los aldeanos de todos los pueblos de la comarca, según anoté muchas veces sobre el terreno en 1935.
1 Anterior a este trabajo es el libro de Baráibar, que ya habla de un vascuence kartzea ‘el oso’. Como esta forma vasca es hipotética, habrá una fuente común a M-L. y a Baráibar, o aquél la tomaría de éste. Por lo demás, el artículo de Baráibar carece de todo valor científico, y la supuesta etimología que propone no merece discusión.― ↩
2 El vocablo vasco real es artz, en Francia hartz, cuya h supone M-L. procedente de una oclusiva velar. Schuchardt cree que artz viene del céltico artos íd., el nombre del oso, común a los varios idiomas indoeuropeos. En cuanto a hartze contiene ya el artículo aglutinado, en una forma arcaica, de suerte que el hartzea o kartzea supuesto por M-L., con aglutinación del artículo, sería imposible. Para D. Luis Michelena BSVAP XI, 292 (h)artz ‘oso’ es palabra de origen indoeuropeo, pero no céltico; señala además ahí el prof. Michelena otros casos vascos para ‘zorro’ como vco. aze(a)ri y probablemente el vizc. luki, que vendrán asimismo de nombres de persona (ASINARIUS, LUCIUS).― ↩
3 Más datos arcaicos en Leite de V., Antroponímia, 29, 103-4. Garchiam en un doc. valenciano de 1178 (Bol. de la Soc. Castellon. de Cult. XVI, 386). ↩