FULANO, tomado del ár. fulân ‘tal’.
En árabe
fulân es adjetivo con el mismo valor del cast.
tal (
šây fulân ‘tal cosa’), aunque puede también sustantivarse, tal como se emplea en castellano. En el idioma medieval se empleaba también como adjetivo: «por alma de un monge de
fulana mongía», Berceo,
Mil., 170
d; «un pez de los peces de
fulana isla... vi un home en
fulán logar, que es encantador»,
Calila, ed. Rivad., p. 75; «descomulga a
fulano ome»,
Partidas I, ix, 33; uso que se anticuó antes del S. XV, en que un corrector del
Libro de los Engaños (S. XIII) enmendó
fulana tierra en
tal tierra. Neuvonen, 199-200. De
fulán vendrá quizá el vasco vizc.
ulain ‘tal’, Michelena,
BSVAP XI, 291. En algún punto de América se hallan usos parecidos a aquella construcción arcaica; así el venezolano Picón Febres escribe «si hay algo desabrido en el mundo es el
fulano manjar blanco», y aunque puede sospecharse que ahí tengamos una innovación secundaria, el reaparecer la aplicación de
fulano a cosas en Andalucía
1 refuerza la sospecha de un arcaísmo. La forma inicial de este extranjerismo fué
fulán, que vemos en Berceo,
Mil., 736
a;
Alex., 1832; en fueros de Aragón (Tilander, § 29.1, y p. 429), y todavía en textos del S. XV:
don Fulán (rimando con
darán) en Villasandino,
Canc. de Baena, p. 652, y en la Cuarta Crónica General, escrita h. 1460
2; por analogía de adjetivos en
-ano que podían apocoparse, cuando enclíticos, en
-án, se introdujo luego la forma
fulano, que se generalizó. El mismo arabismo se ha introducido en portugués
fulano, junto al cual existió antiguamente
fuão, gall. ant.
foan; en aquella forma las consonantes intervocálicas pueden haberse conservado por influjo del árabe, más bien que del castellano, como sospecha Neuvonen. El vocablo permaneció, en cambio, ajeno al catalán. En Aragón hallamos también una variante
folén (varias veces en Tilander,
l. c.) que corresponde a la pronunciación tardía del árabe vulgar hispánico; análogo a este
folén es la forma
fulẹno de tal que he anotado en Castellonroi (zona catalana de Huesca). La forma normal
fulân fué vulgar en hispanoárabe sólo en fecha muy arcaica, lo cual es indicio de la gran antigüedad de este arabismo en romance.