FRISA, ‘tela ordinaria de lana’, probablemente del b. lat. tela frisia ‘tela de Flandes importada por barcos frisones’.

1.ª doc.: Berceo, S. Or., 118 (rimando con guisa, camisa y Pisa).

Aparece también en los Aranceles santanderinos del S. XIII y en las Cortes de 1268, vid. A. Castro, RFE IX, 267; Steiger, BRAE X, 33, y RFE VII, 381; FEW III, 806a; Vidos, Nieuwe Onderzoekingen over nederl. woorden in Romaansche Talen, rede uitgesproken aan de Univ. te Nijmegen, 1941, pp. 5-7. La -s- es también sonora en otros textos medievales (Ford) y hoy en Cáceres (Espinosa, Arc. Dial., 184). Sigue empleándose en el Siglo de Oro (G. de Alfarache), y hoy se conserva en Astorga como nombre de una manta de lana fuerte que usan las maragatas para cubrirse la cabeza (Garrote). Los paños flamencos en el S. XIII eran llevados a los puertos franceses y españoles por la marina frisona: de ahí el nombre. También mozár. ȐifrîǤa (en escritura de Almería, SS. XIV-XVI: Simonet, 232), fr. frise [1294]1, cat. (drap) frisó [S. XIV], piam. friz, milan. frisa, logud. ant. frissa2. La ac. marina ‘tira de paño u otra materia con que se hace perfecto el ajuste de dos piezas en contacto’ [Acad. después de 1899, en port. ‘pelo del paño’, ‘paño que tiene frisa’, Moraes, ‘porción de lana con que se calafatan las portinholas de navíos para que no entre el agua’ Fig.]3, parece ser especialización de la anterior. En cuanto a (caballo de) frisa ‘especie de palizada’ [Terr., con la variante frisia], suele explicarse por el empleo de esta obra defensiva en Frisia durante las guerras españolas en Flandes, de donde el nombre alem. spanischer reiter y el fr. cheval de frise [1572]; nótese, empero, la fecha reciente de la documentación española, que sugiere se tomara el vocablo del francés.

DERIV.

Frisar ‘levantar y rizar los pelillos de algún tejido’ [1490, Celestina, Cl. C., 218; «frisar como paño: refrico», Nebr.]: sabemos por ley de la N. Recopil. (VII, xiii, 12, vid. Aut.), del año 1511, que las frisas se frisaban «con cardas de emborrar», como seguía practicándose hasta hace poco en el interior de la Arg.4, por lo tanto esta derivación es irreprochable semánticamente; en el mismo sentido se emplea friser en francés [h. 1570], de donde luego la ac. generalizada ‘rizar el cabello’ [1552], que ha disfrutado gran extensión moderna a otros idiomas (it. frisare, ingl. frizz [1620], alem. frisieren); Gilliéron, seguido por Spitzer (Litbl. XLI, 391), Wartburg (FEW III, 794), y otros (comp. Sainéan, Sources Indig. I, 198), admitió que el fr. friser era alteración de frire ‘freír’ (de donde ‘rizar’ porque se hace con hierros calientes o porque las viandas fritas se retuercen como cabello rizado), alteración explicable por un fenómeno de morfología francesa comparable al cambio de liant ‘leyendo’ en lisant; entonces el cast. frisar debería ser galicismo, pero esta explicación, además de presentar dificultades desde el punto de vista francés (según observaron Dauzat y M-L., REW, 3518), es inaceptable teniendo en cuenta que en español el vocablo está documentado desde un siglo antes que en el idioma vecino5. Partiendo de la idea de ‘cardar’, se pasó a ‘refregar’ [1609; ‘rozar’ en francés, 1611]6, y de ahí a ‘parecerse mucho (una cosa con otra)’ [h. 1600, Rivadeneira], a veces ‘rivalizar’7.

DERIV.

Frisado. Frisador. Frisadura. Frisón ‘caballo traído de Frisia, corpulento y de pies anchos’ [Lope], ‘grande, corpulento (aplicado a cualquier cosa)’ [Quevedo].

1 Separado injustificadamente en dos grupos etimológicos por Wartburg (FEW III, 794a y l. c.).―

2 Ya en el Condaghe de Trullas, de los SS. XII-XIII. Fecha notablemente temprana, si el vocablo no fué interpolado en una copia posterior (comp. Guarnerio, RIL XLVI, 253, 269). M. L. Wagner, VRom. V, 145, cree se trata de un catalanismo temprano, que si aquella fecha es cierta debería haberse llevado allá por los comerciantes catalanes antes de la conquista de la Isla por los reyes de Cataluña-Aragón (S. XIV). ¿O llegaría desde Génova?―

3 La ac. náutica debe de ser ya antigua en portugués, y de ahí vendrá el mayor desarrollo semántico de frisar en esta lengua ―ajeno según creo al gallego―: frisante ‘terminante, concluyente’, etc.―

4 «El cardado o sea la producción de la frisa en el tejido se obtenía pasando sobre la tela estirada la cápsula o cabeza de la carda (cardencha, dipsacus fullonum)», Chaca, Hist. de Tupungato, 301. Ahí frisa es el «pelo de algunas telas, como el de la felpa» (Acad., ac. 5, desusada fuera de la Arg. y Chile), y en este sentido el vocablo es postverbal de frisar.―

5 Otros testimonios antiguos: «una loba de paño negro, frissada, ya medio tenida», invent. arag. de 1497, BRAE II, 91. No hay que hacer caso de la ss tratándose de un texto de Aragón, donde el ensordecimiento es muy anterior a la fecha de otras regiones. En la Farsa de Alonso de Salaya (3.r cuarto del S. XVI) parece significar ‘azotar’: «si llegasse / ―yo os prometo― no le abonda / que al hijo de la cachonda / delante no lo frisasse» (ed. J. Gillet, v. 49), ac. documentada en la Pícara Justina (1605, vid. Aut.) y en germanía por el vocabulario de Juan Hidalgo (1609), y que se explica bien partiendo de ‘refregar’ (también en J. Hidalgo) y ‘cardar’.―

6 La explicación semántica que da Wartburg para derivar esta idea de la de ‘rizar’, pasando por ‘hacer vibrar una cuerda’ [1636], es forzadísima. Es esta última aplicación especial la que deriva de la otra.―

7 «Ya su atrevimiento quería frissar con Alexandro, como Diógenes, y imitar las libertades de los filósofos con los reyes», Lope, El Cuerdo Loco, ed. Montesinos, p. 6. No parece que el cat. frisar ‘estar impaciente’ tenga que ver con esta familia de vocablos. Moll, AORBB II, 45, propone derivarlo de *FRICTIARErozar’, a base del piafar y rascar de los caballos impacientes. No lo creo, porque *FRէCTIARE, como lo prueban sus descendientes reales (REW 3506) y la derivación de FRէCARE, tenía է, y por lo tanto hubiera dado *fressar, comp. fressa ‘ruido’, que tendrá este origen. Pero tampoco puede ir con el cast. frisar, porque la forma antigua parece ser frissar, documentada en Francesc de la Via (S. XV), hoy muy viva en Mallorca y también en el Norte de Cataluña (oída en el Alto Ampurdán, Ripollés y Guillerías), en parte con el sentido secundario de ‘tener prisa’. Quizá deba suponerse un *FRզCTIARE, derivado de FRզGREtener frío’, y relacionado con el fr. frisson ‘escalofrío’: de ‘estremecerse de frío’ se pudo pasar fácilmente a ‘estremecerse de impaciencia’ o ‘concomerse de picor’ (frissar, dicc. Torra y Lacavalleria, S. XVII).