FRICASÉ, del fr. fricassée íd., propiamente participio de fricasser ‘guisar un fricasé’, que parece ser compuesto de frire ‘freír’, y un verbo casser ‘desmenuzar’, quizá idéntico a casser ‘romper’.
Después de dar la definición todavía conservada hoy por la Acad. en su artículo
fricasea, y que creo reproducida de Montiño,
Aut. agrega «oy se sirve con diferentes salsas y se llama
fricasé». La Acad. ha separado en dos artículos diferentes, con diferentes definiciones, la forma anticuada
fricasea y la moderna, pero en realidad el pormenor de estas definiciones es inseguro. En francés, por lo menos, la
fricassée es un plato de carne cortada en pedazos y guisada en una salsa. El verbo correspondiente y el sustantivo se hallan desde el S. XV, y desde el francés literario se han propagado a todas las hablas de Francia y a varios idiomas extranjeros; en ciertas épocas
fricasser ha llegado a ser el sustituto de
frire ‘freír’, cuyo uso se había anticuado como transitivo (Oudin en 1616 traduce
fricasser por
freír). Pero en su sentido propio el vocablo parece ser un compuesto de dos verbos, a la manera de
tournevirer1, cat.
giravoltar, etc.; según Wartburg,
FEW III, 791
b, 796
a, el segundo elemento no sería
casser ‘romper’ (lat.
QUASSARE), sino el antiguo
quacier, sólo documentado un par de veces en escritores del S. XII (en las acs. ‘coagular’ y ‘agachar’), y hoy conservado en Valonia y en alguna otra habla del Este, en los sentidos de ‘machacar’, ‘herir’ y análogos, procedente de un lat. vg.
*COACTIARE ‘aplastar’ (de
COACTUS ‘reunido’, ‘apretado’): la razón que alega Wartburg es que
QUASSARE no justificaría las formas lorenesas como
fricassier y normandas como
fricacher. Podemos aceptar, provisionalmente y con reservas, esta tesis, si bien observando que la fuerza demostrativa de estas formas de los bables modernos es débil cuando se trata de un término creado en la capital y propagado por la cocina parisiense y el idioma literario; aun si
casser fué
QUASSARE, la conciencia de un falso sufijo
-asser explicaría estas formas dialectales. Sea lo que quiera de este detalle, en lo fundamental esta etimología es probable y muy superior a las de Diez y Gamillscheg, ya refutadas por M-L. (
REW, 3491). Por influjo del sufijo verbal frecuente
-asser se creó luego la impresión de un radical
fric-, sentido como variante del
fri- de
frire, y de ahí nacieron otros derivados de fecha más tardía, como
fricot ‘guisote’ o
fricandeau «morceau de veau lardé, cuit dans son jus et qu’on sert sur de l’oseille» [1552], el cual pasó también al cast.
fricandó [Terr.] y para el cual vid.
FEW III, 793
a, apartado
c2.