FRENESÍ, tomado del lat. phrenēsis, -is, ‘delirio frenético’, y éste del gr. tardío ưρένƓσις íd., derivado de ưρƲν, ưρενóς, ‘diafragma’, ‘entrañas’, ‘alma’, ‘inteligencia, pensamiento’,

1.ª doc.: frenesi, frenesia y frenesis, APal. 169b1.

Frenesia es también la forma adoptada por Nebr., C. de las Casas, Oudin y Covarr. Frenesí, como masculino, ya en Nieremberg († 1658). No se han estudiado como debieran los cambios de género y acentuación de este cultismo; sólo podemos asegurar que ya Calderón (La Vida es Sueño) y Aut. acentuaban frenesí (frenesia en Percivale, 1591), y este diccionario académico consideraba anticuada la forma de Covarr.; la acentuación moderna se debe a la rareza de los vocablos terminados en -i átona, y al influjo de la variante frenesía, que ha predominado en italiano y en francés, frente al port. y cat. frenesí (pero frenesia en los SS. XV y XVI en este idioma) y prov. frenèsi.

DERIV.

Frenético [APal., vid. cita arriba; Nebr.; Quijote; etc.], tomado de phrenētĭcus íd.

CPT.

Frenología; frenológico; frenólogo. Frenopatía; frenópata. Todos ellos compuestos cultos del citado ưρƲν

1 «Una telilla que... corrompiéndose engendra frenesi: assi que frenesis se dize passion quando aquesta tal telilla se daña, y dende dizen frenético al que padece frenesia».