FIEMO, arag., del lat. vg. FĔMUS>, alteración del lat. FէMUSestiércol’, por influjo del sinónimo STĔRCUSl>.

1.ª doc.: 1379, invent. arag. (VRom. X, 153); «unos ganchos de fierro pora cavar fiemo», invent. arag. de 1404, BRAE IV, 527; fiemo y fimo en Vidal Mayor (y cf. Arch. de Fil. Arag. V, 156); Borao1.

Según las ed. recientes de la Acad. se emplea también en Navarra y la Rioja, y Alcalá Venceslada lo recogió en algún punto de Andalucía, desde luego en su parte oriental, probablemente en Jaén. Las lenguas romances se han repartido entre los dos sinónimos latinos FIMUS y STERCUS, permaneciendo aquél en francés antiguo, lengua de Oc y catalán (fems), y éste en portugués, castellano, italiano y rumano; en esta repartición el aragonés y dialectos españoles adyacentes se han inclinado por el grupo catalán-galorrománico; repartición que debe de ser antigua, pues, según observa M. P., Oríg., 404, así como las glosas galo-rrománicas de Reichenau creen preciso explicar stercore traduciéndolo por femus, las de Silos, procediendo al revés, glosan femus mediante el cast. arcaico stiercore. Sin embargo, un derivado de FEMUS, a saber, *FĔMէTA> (comp. fr. fiente, oc. fenta, fenda, cat. femta) se ha conservado en Castilla en la forma hienda [h. 1400, Canc. de Baena, vid. Cej. VIII, § 131, y Voc.; APal.293d2]. Para detalles acerca de la historia de FIMUS ~ FEMUS en el latín tardío, vid. FEW III, 544-9, y Walde-H., s. v. El cultismo fimo figura en Aut. como vocablo empleado por los médicos.

DERIV.

Femar. Fematero (comp. cat. femater). Femera.

1 Éste cita además el glosario del Memorial Histórico Español, que corresponde a textos de moriscos aragoneses del S. XVI, por lo menos en parte. Acerca de la extensión en Aragón, vid. Rohlfs, BhZRPh. LXXXV, § 270, y Casacuberta, BDC XXIV, 170. Cej. VIII, § 131.―

2 «Muscus... es una hienda de un animal que nasce en la India». También Nebr., Covarr. y Oudin. Según Aut., es «voz que se usa en las Boticas», y cita de una pragmática de 1680 «cada libra de hienda de lagarto, no pueda passar de doce reales». Es decir, era vocablo de uso poco común. Hoy fienda se conserva en judeoespañol y hienda figura en la Biblia de Ferrara (BRAE IV, 635).