FEUDO, tomado del b. lat. feudum, latinización del fr. ant. y oc. ant. f(i)eu íd., que procede probablemente del fráncico *FËHUposesión, propiedad’ (gót. faíhu ‘bienes’, a. alem. ant. fihu ‘ganado’, alem. vieh íd., ags. feoh, ingl. fee ‘paga’).

1.ª doc.: h. 1260, Partidas; feubdo, 1.ª Crón. Gral., 653b32; -ubda ibid. 665a29.

Para documentación castellana, vid. M. P., Cid, p. 777. Acerca de la discutida etimología, V. principalmente FEW III, 442-5 y la bibliografía allí citada (comp. Gamillscheg, EWFS, s. v. fief; Bloch). Del estudio más reciente del jurista H. Krawinkel, en Forsch. zum dt. Recht, Weimar 1938, 156 pp., pueden sacarse datos jurídicos de interés, pero su tesis de una etimología FISCUSfisco, tesoro público’, ‘producto tributario de un feudo’, es inadmisible desde el punto de vista lingüístico, como indica Lerch, RF LIV, 437-44; otro pequeño resultado es que el b. lat. feudum o feodum no aparece antes del año 1010, y los testimonios anteriores, en particular el de 884 que solía citarse, son falsificaciones. Como feum ya se halla en 960, fevum en 990, y las formas romances más antiguas suponen también una base sin -D-, se agravan todavía las dificultades fonéticas, antes ya insuperables, que se oponían al étimo FOEDUSpacto’, defendido por varios y últimamente por BrØndal, Donum Natalicium Schrijnen, 1929, 447-52; también disminuye la verosimilitud del étimo *FEHÔDposesión en ganado’, ‘bienes muebles’, defendido por Braune y Gamillscheg, y que ya era difícil en vista de la posición del acento. Desde el punto de vista semántico la etimología que admito es satisfactoria, pues es natural que en el feudalismo el vocablo germánico para ‘bienes, propiedades (en general)’ se convirtiera en ‘bienes feudales’1, y se reservara alodio, propiamente ‘posesión completa’, para la propiedad libre. Desde el punto de vista fonético no hay dificultad alguna para explicar el cat. ant. feu ni la forma fieu que es casi general en lengua de Oc, así como los derivados oc. fevatge, fevatier, etc., cat. ant. fevater y dret feví ‘derecho feudal’2; también se explica así la mayor parte de las formas del francés primitivo (FEW III, 442b), pero otras ofrecen dificultades: fiet sing. y fiez pl. compl., en Roland, 472, 763 y en algún otro texto arcaico; con ellas coincide la -z- de las variantes occitanas feuzal, feuzatge, feuzament, documentadas en los SS. XII y siguientes, aunque el radical fev- no es menos frecuente ni antiguo; de todos modos estas formas postulan aparentemente una base con -D- y, junto con el b. lat. feudum, podrían apoyar hasta cierto punto la etimología *FEHÔD (si no FOEDUS). De una forma romance emparentada con éstas quizá sale el vasco vizc. dedu ‘honra, decoro’, Michelena, BSVAP XI, 291. La evolución semántica sería igual a la del románico honor ‘feudo’, si bien en sentido opuesto. Como por otra parte estas etimologías presentan dificultades fonéticas mucho mayores, las variantes en cuestión podrían explicarse según quiere Wartburg por influjo del b. lat. antiguo alodum ‘alodio’, pero me parece preferible admitir que hubo una etimología popular que relacionó feu con el fr. arcaico fedal ‘vasallo’, fedalté ‘vasallaje’ y correspondiente oc. fezaltat, que venían de FIDELIS, pero que debieron percibirse popularmente como derivados de feu: de ahí el fiet de Roland y el oc. feuzal, etc.4. El lector acoge con curiosidad muy escéptica el anuncio de Aebischer (Mélanges Hoepffner, 1949, 178n.), de que se propone demostrar que esta palabra viene del greco-lat. emphyteusis; sin duda debe de pensar que el vocablo pasó a las demás lenguas romances y al bajo latín desde el francés, y ahí habría tenido desarrollo fonético estrictamente hereditario ([em]phy[i]eus[is]), lo cual parece algo contradictorio con la naturaleza jurídica del vocablo y con la conservación de eu; además la trasmisión a los demás romances y al bajo latín no habría podido ocurrir antes del S. XII, en que acabó de perderse en francés la -T- intervocálica, fecha demasiado tardía.

DERIV.

Feudal [1612, J. Márquez]; feudalidad; feudalismo; feudatario; feudista; enfeudar o feudar, enfeudación.

1 Tanto más cuanto que las últimas investigaciones de Benveniste, Voc. Inst. Ie. I, 47-61 (especialmente 58, 60) tienden a probar que no sólo en el ieur. peku, sino particularmente en su descendiente germ. fëhu el sentido de ‘ganado’ es secundario, y que en germánico el matiz fué ‘bienes muebles’ y aun ‘bienes en general’: en ags. féoh es sobre todo ‘riqueza’ y ‘bienes muebles’, fris. ant. fio ‘dinero, propiedad’, ingl. fee ‘paga’ ‘posesión’ ‘feudo’.―

2 Así hay que leer y no feuater, feuí, como imprime Rovira, en las Commemoracions de Pere Albert, N. Cl., 159, 164.―

3 Predominan ahí, sin embargo, las formas sin dificultad fiu, 432; feu, 866, 2680; fius, 820; feus, 3399.―

4 Suponer que esta etimología popular sea la verdadera, y que feu se formara como derivado regresivo del fr. feauté, f(e)euté, no sería posible aun si admitiéramos que el vocablo occitano era préstamo francés: se opondrían a ello las formas b. lat. fe(v)um del S. X y la predominante feu, etc., del Roland, en una época en que la -D- de FIDELITATEM todavía no había caído, ni la L se había vocalizado en u.