FAROTA, ‘mujer descarada y sin juicio’, murc. etc., del ár. ȟarûƫ ‘mujer mala’.
De ahí vasco
farata ‘presuntuosa, vanagloriosa’ en los
Refranes de 1596, Michelena,
BSVAP XI, 290. Figura en
Aut. como voz provincial de Murcia y otras partes; en Acad., 1843, como provincialismo sin más precisiones; hoy, como término familiar. El derivado
farotón fué empleado por Bretón de los Herreros (Pagés). Indicó la etimología Eguílaz (1886), 397, 431, agregando el equivalente
jarocha como provincialismo de Málaga; la Acad. desde 1899 registra
jarocho «en algunas provincias, persona de modales bruscos, descompuestos y algo insolentes»; en Méjico es ‘ranchero, hombre del campo de la provincia de Veracruz’ (R. Duarte), ‘nativo de Veracruz’ (D. Rubio)
1, ‘brioso, arrogante, jarifo’ en la Costa Atlántica de Colombia (Sundheim);
jarocho no procede del lat.
FEROX,
GdDD 2738 (un
feroche es italianismo esporádico, todavía no arraigado). Del mismo origen, según indica muy bien Steiger (
Contr., 231, 354), son probablemente el sic.
garúȓȓu ‘obstinado’, y el miñoto
farota ‘oveja vieja’ (puesto que
ིarûƫ también significa «animal rétif»). El vocablo arábigo figura en Freytag, no en Dozy, pero hay en vulgar varias palabras de la misma familia y de significado conexo (
Suppl. I, 363
a). Hay que abandonar la etimología de Schuchardt,
ZRPh. XXVIII, 131 (comp. Goldschmidt,
Festgabe Förster), según el cual vendría de oc. ant. y cat.
faraut ‘heraldo’, cast.
faraute ‘entrometido’, que a su vez vienen del fr. ant.
heraut ‘heraldo’, de origen germánico, pues como observa M-L.,
REW, 41156, no hay ejemplo de que una
H- germánica dé
f- en lengua de Oc; y, en efecto, no hay tal oc. y cat.
faraut, pues en catalán es castellanismo reciente, y en el primer idioma sólo se hallan dos ejs. gascones medievales, en los que
faraut no es más que una grafía ultra-corregida de
haraut con
h aspirada; ahora bien, el paso de
faraut a
farota sólo se hubiera explicado de haberse tomado el vocablo del occitano, donde el raro
haraut sólo significa ‘heraldo’.