FARALLÓN o FARELLÓN, ‘roca alta y tajada que sobresale en el mar’, amer. ‘íd. en tierra firme’, del cat. faralló 1.ª ac. (o del it. merid. faraglione), y éste probablemente de un *FARALIONE metátesis del gr. ưαλαριNjν, participio activo del verbo ưαλαριĘν ‘estar blanco de espuma’.

1.ª doc.: farallón, 1431-50, Díaz de Gámez (Cej. Voc.); 1493 (Woodbr.); farellón, 1590, José de Acosta.

Aut., que sólo recoge la primera forma, define vagamente «isleta o punta de tierra que se entra dentro del mar», pero el texto que cita de Acosta prueba que se trata de islas o peñascos rodeados de mar: «En algunas islas o farellones, que están junto a la costa del Pirú, se ven de lejos unos cerros todos blancos». La Acad., ya en 1817, rectificó correctamente: «el islote o picacho alto que sobresale en el mar, y está en forma escarpada», y da la preferencia a la variante farallón. Ésta se halla en Pérez de Hita: «tomaron puerto en el Farallón de la mesa de Roldán, entre Almería y Vera» (Guerras de Granada II, 27). En España es hoy vocablo de la costa mediterránea, y especialmente se halla en la zona de lengua catalana, donde no son raros los islotes escarpados con el nombre de El Faralló o Faraió, según puede comprobarse por los mapas detallados; Ag. cita un Farelló, roca del muelle de Tarragona, y Amades y Roig definen farallons como «rocas pequeñas esparcidas por el fondo del mar» (BDC XIV, 28 y 88), ac. que no conozco directamente (de ahí sacó la suya Fabra) y que acaso exista; sin embargo, nótese que estos autores parecen referirse también a la definida arriba, puesto que agregan que son peligrosas para las barcas; hay variante forelló (ibid. p. 29), debida a la etimología popular fora ‘fuera’ (que así expresan los pescadores la idea que la gente de tierra define con las palabras mar adentro).

En tierras de América, farellón se emplea también para un islote peñascoso1; pero lo típico de allí, de acuerdo con las tendencias semánticas americanas (Corominas, AILC I, 10-11, 26), es la aplicación de este término marino a la topografía del interior, con referencia a grandes peñascos de las montañas: así farallón en el Este de Cuba (Pichardo, s. v.), en los Andes chilenos y en la Arg., particularmente en el Norte y Oeste2. Muy frecuente también en las Cordilleras colombianas: son famosos los Farallones del Valle del Cauca, Farallones de Gachalá y de Medina, unos 70 kms. al Este de Bogotá, etc.; en este país siempre con -a- ante la -ll-. En Italia, el vocablo se localiza en Capri y en Sicilia, y un Faraglione di mare se menciona cerca de Civitavecchia h. 1500 (Diz. di Marina). Hay también el port. farelhão (Fig.; C. Michaëlis, RL III, 162); los Farilhões, en efecto, son por ej. un grupo de isletas en el Atlántico, unos 20 kms. mar adentro de Peniche, al Norte de Lisboa. C. Michaëlis, M-L. (REW, 6463) y el Diz. di Marina, creen se trata de un derivado de faro, por ser islas donde se ponían farolas, y el último cita faraglione ‘faro grande’ en el diccionario marino de Guglielmotti (1884) y fariglione ‘faro pequeño’ en el de Bustico (1933); pero claro está que estas definiciones, que el citado Dizionario sólo acoge con reservas, no son más que interpretaciones seudo-etimológicas del vocablo que nos interesa.

Ahora bien, faraglione difícilmente podría explicarse como derivado de faro en italiano (en catalán mismo sería inexplicable entonces la forma dialectal faraió), y de hecho el farallón suele ser demasiado pequeño para que en él quepa un faro. Creo, pues, más verosímil la etimología griega, alusiva a las oleadas que cubren los farallones. La forma más conocida del verbo griego es ưαλƓριĘν, pero deriva de ưαλαρóς (jónico ưαλƓρóς) ‘salpicado de blanco’. Es vago y harto arbitrario el supuesto de Battisti de que faraglione sea supervivencia prerromana. Claro que no sale de un *FRAGULO, -ONIS, relacionado con FRANGERE, como dice GdDD 2906 (el ast. frayón tampoco prueba la existencia de tal base latina, pues es derivado romance del ast. frallar).

1 Así, p. ej., en la Guía del Veraneante de los Ferrocarriles chilenos, 1942, p. 114, con referencia a la costa de Concepción.―

2 Fareyón o fariyón, oído en los Andes mendocinos. Con referencia a Catamarca o la Rioja: A. Franco, La Nación, 14-XII-1941; Quiroga en BRAE XVII, 324 (aquí el colectivo farallonal); en Jujuy: H. Carrillo, La Prensa, 5-X-1941; para Salta, vid. mi nota citada. Todos ellos dan la variante farallón.