FAQUÍN, probablemente tomado del fr. faquin íd., del cual parece tomado asimismo el it. facchino, que posteriormente influyó en el uso del vocablo español; el fr. faquin se considera derivado del fr. med. facque ‘bolsillo’, ‘saco’, que a su vez procede del neerl. fak ‘bolsa’.
1.ª doc.: 1445, Coplas de Ay Panadera.
Para antigua documentación castellana, vid. Terlingen, 309-10, y Aut., s. v. fachín; el influjo italiano en el uso del vocablo está atestiguado por la indicación de Paravicino «fachín, que llaman en Italia». No entraré a fondo en la cuestión de la prioridad entre el vocablo francés y el italiano para la cual y para la etimología, vid. Wartburg FEW III, 375-6, con la bibliografía allí citada (agréguense últimamente las notas de Tagliavini; Prati en la revista italiana Lingua Nostra, volúmenes I, página 111 y V, página 58). Rabelais lo emplea en Gargantua capítulo 2 y en el Tiers Livre III, cap. 37, p. 169 (‘mozo de cuerda, ganapán’). Sainéan, La L. de Rab. I, 138-9, documenta copiosamente faque en los SS. XV y XVI, y dice vagamente, sin citar fuentes, que faquin ya se halla en el S. XV en el proverbio «bastón porte paix, et le faquin faix». En cuanto a su afirmación de que faque no puede venir del neerl. fak porque en parte de estos testimonios aparece escrito fasque, claro que no tiene valor porque ya en el S. XV la s era muda en esta posición. Otro artículo de Sainéan en la Rev. des Et. Rabelaisiennes V, 405-6. En italiano se documenta ya en 1494 (no parece estar comprobado el uso por Boccaccio); ya se halla en Venecia en 1442, y aunque Battisti admite origen italiano con etimología desconocida, Prati señala un texto toscano de 1573 donde todavía se le llama «voce forestiera», admitiendo el origen francés; en este idioma sólo desde 1534, pero sólo aquí se le encuentra un primitivo del cual derivarlo, en el vocablo facque, S. XV, y en esta época se llamaron compaignons de la facque, voz jergal; por otra parte, difícilmente se pueden señalar italianismos directos y comprobados en el español del S. XV, a no ser en categorías semánticas especialísimas, y por lo tanto el testimonio de las Coplas de 1445 puede hacerse valer como prueba indirecta de que faquin existía ya entonces en francés.