FAENA, del cat. ant. faena ‘quehacer, trabajo’ (hoy sólo valenciano, en el Principado feina), procedente del lat. FACIĔNDA ‘cosas por hacer’, neutro plural del participio de futuro pasivo de FACĔRE.
1.ª doc.: 1596, Fr. Hernando de Santiago (Aut.).
En catalán, faena es el resultado regular del lat. FACIĔNDA, una vez eliminado en latín vulgar el grupo vocálico IE (como en PARէĔTEM > PARԷTE, ABէĔTEM > ABԷTE ): luego estamos ante un duplicado del cast. hacienda; la forma catalana faena es general en la Edad Media, con raras excepciones, y aunque hoy en Cataluña y Baleares se ha cambiado en feina―siguiendo una norma fonética propia del hiato―, la forma antigua se conserva no sólo en el País Valenciano, sino en varios puntos del Principado y de la Cataluña francesa, con ligeras alteraciones (faiena en Sort, fena en Codalet y Perpiñán1, p. ej.); de una manera análoga se altera espontáneamente el vocablo castellano en Chile: «feina: faena, el sitio donde se establecen los trabajos» (Guzmán Maturana, D. P. Garuya, glos.).
DERIV.
Faenero, and. y chil. Enfaenado. Faenar ‘sacrificar (reses)’, arg. (L. Franco, en La Prensa, 9-VI-1940); faenamiento ‘acción de faenar’ arg.
1 De ahí fener ‘laborable (día)’, general en la Plana de Vic, en Llagostera, en muchos puntos de Mallorca, etc. Viceversa fayner en el valenciano Jaume Roig, v. 2506.↩