EUFORBIO, tomado del lat. euphorbium, y este del gr. εȔưóρβιον íd.
1.ª doc.: 1555, Laguna.
Según Plinio (V, i, 16; XXV, xxxviii, 1), de Euphorbos, nombre del médico de Juba, rey de Mauritania († 18 a. d. J. C.), que halló esta planta en el Atlas. Aparece ya en Dioscórides (h. 50 d. d. J. C.). Otros creen que se explica por el gr. εƧưορβος ‘gordo’, por ser planta grasienta. Existió una variante popular alfervión, de origen mozárabe, de donde el antiguo fervión (h. 1350, Montería de Alf. XI), port. alforfião y alforfes [1319], vid. C. Michaëlis, RL XIII, 233-6. Covarr. registra una variante gurbión (citando a Nebr., que no trae tal vocablo); no hay que creer que haya confusión del lexicógrafo con gurbión ‘torzal’, pues realmente la forma gorvión ‘goma de euforbio’ aparece repetidamente en el Libro de los Cavallos (101.30, 102.40), aunque sólo en un manuscrito tardío (S. XV): habría evolución semipopular *(a)vorbión > gurbión.
DERIV.
Euforbiáceo.