ER, adv., forma común al gallego-portugués antiguo, catalán y occitano, de una partícula ER ‘ahora’, ‘todavía’, ‘también’, de probable origen prerromano: parece ser una herencia de la lengua de los sorotaptos.

1.ª doc.: en gallego-portugués ya en las Ctgs., y en catalán ya en prosa dialectal del S. XIII.

El adverbio er es sumamente frecuente en los trovadores occitanos con el valor de ‘todavía’ y ‘ahora’, p. ej. «s’ieu anc un jorn fui gays ni amorós / er non ai joy d’amor ni non l’esper» (Folquet de Marselha), «vejaire l’es de cui que sia / que sa molher vol e enqu?r: / maldiga Dieus aital don ȇr» (Flamenca, v. 1080, ‘que haya todavía un momento en que Dios maldiga o castigue un hombre así’, pasaje que muestra que er rimaba con ȇ abierta); además se halla la variante èra con los mismos sentidos y ya desde el trovador más antiguo (G. de Poitiers) y muchas veces en rima (con ȇ), alguna vez también ‘tout-à-l’heure’ («quina cansó èra / selha que diziats era / quan ieu vinc aissí» (G. Figueira). Er y era ‘ahora’ aparecen también en trovadores catalanes y en prosa catalana del S. XIII, concretamente en las Vides S. Rosell.: «Diable ergulós, era est gitat sots los meus peus!», «er à nom Damiata» (137v2, 220v2, y vid. el glosario). Y esta partícula encuentra un eco no muy diferente, en cuanto al matiz semántico, en todo el período gallegoportugués antiguo, pero con matices y empleos fraseológicos muy independientes, desde Don Denís (en el cual es frecuentísimo), y aún desde Alfonso el Sabio (Ctgs. 36.31, 157.14, 348.17) pues todavía lo emplea bastante en el S. XVI un escritor tan castizo y popular como Gil Vicente (p. ej. I, 166, 172, 173): «graves coitas... mi podedes, se vos prouguèr, / partir mui bem, senhor, mais èr / sei que nom podedes» (D. Denís, v. 1206) (‘ahora, todavía’), «quant’à, senhor, que m’eu de vos partí... quero vos eu dizer / como prazer nem pesar nom er vi» (‘todavía, de nuevo’), nem er ‘ni siquiera, ni tampoco’: «pero eu dizer quisesse, ...nem er poderia, / per poder que eu ouvesse, / a coita que o coitado / sofre que è namorado, / nem er sei quem m’o crevesse» vv. 770, 7741. Que no era sentido como una mera variante de ar (cuya procedencia de HAC HORA, aunque con dificultad, todavía llegaría a comprenderse) lo vemos por la locución er ar ‘de nuevo, una vez aún’ (C. Michaëlis, ZRPh. XIX, 67).

No hay que pensar en que esto pueda salir de HĶRA (como ocurre seguramente con el cat. ara ‘ahora’). No tiene escape la idea de que esto sólo se explica como supervivencia de una partícula indoeuropea prerromana, que en el idioma madre tuvo la forma ? alternando con ER y con OR, y el significado oscilando desde ‘ahora’ hasta ‘todavía’ y ‘también’: es común i a las tres lenguas bálticas, en letón vale ‘también’, en prusiano y lituano ‘y’ o ‘también’, y con alternancia er en lituano antiguo, mientras que en prusiano este er valía ‘hasta’; en fin, ar es lituano y letón como partícula interrogativa.

Variedad semántica que nos remite al gr. ıρ, ıρα (y alguna vez ǥα ‘ahora’, ‘luego, por consiguiente’, con las tres variantes vocálicas, puesto que en el griego arcaico cipriota se hallaba la variante ερ y como en la lengua tocaria de Kuȼa reaparece esto como ra-, partícula enfática (Pok., IEW, 62.1-7), es forzoso admitir que fué expresión bien representada desde los períodos más antiguos del indoeuropeo, y por lo tanto debió de pertenecer también a la lengua de los sorotaptos, única fuente especial que puede explicar una partícula que dejó descendencia sólo en portugués, catalán y occitano, pero no en las demás lenguas romances; de su gran fecundidad en el indoeuropeo prehelénico es además testimonio indirecto la combinación griega importantísima ƔĮρ < Ɣε ıρ ‘en efecto’ (véase mi comunicación al Coloquio de Lenguas Prerromanas, Salamanca, 1974).

1 Ar con sentido de ‘también, además’, y en frases negativas, ‘tampoco’, es voz frecuentísima en las Ctgs., donde aparece una veintena de veces. Está allí, aunque mucho menos frecuente, la variante er (36.31, 157.4, 348.17), y la ac. menos frecuente ‘otra vez’, que es la que aparece en los casos de er (p. ej. por ela o er fez sƟo) y también en alguno de los de ar. Larga lista de esas frases de las Cantigas dió García de Diego, Gram. Hist. Gall., 151 n. 2.