EMPELTRE, ‘injerto’, ‘olivo injertado’, arag., tomado del cat. empelt ‘injerto’, de origen incierto.

1.ª doc.: Acad. 1817 (no 1783), como nombre de una clase de olivo pequeño; Borao corrige ‘olivo injertado’, y la Acad. acepta esta corrección desde 1899 y agrega la 1.ª ac.; cita del aragonés Alej. Oliván (1849) en Pagés.

El cat. y oc. empeltar ‘injertar’ (ya en el S. XIII, R Martí), de donde deriva empelt, tienen ȇ antigua como vocal tónica (aran. empèut, Quercy empèu, mall. empèlt, etc.), por lo tanto correspondería diptongo en aragonés si fuese voz castiza del dialecto. Desde el catalán ha penetrado en el murc. empeltar (G. Soriano), y desde el bearnés pasó en fecha muy antigua al vasco suletino emphéltü ‘injerto’, emphéltat ‘injertar’ (Larrasquet), alterado en Vizcaya y Guipúzcoa en la forma mentu ‘injerto’, mentau ‘injertar’ (Azkue); Michelena, BSVAP XI, 288, nos recuerda el vasco sul. emphéltat «greffer» y el guip. y vizc. mendu ‘pua de injerto’. En Aragón empelt pasaría a *empelte, y luego empeltre con repercusión de la líquida, forma que también aparece en el catalán del Ribagorzana y de la Litera (Alcover) (en el REW se cita un fr. ant. empeautrer que falta en Tobler y God., pero hay un alem. dial. pelzen). El origen de empeltar es discutido: véase por ahora Spitzer, ARom. XI, 97, y ASNSL CLXI, 231-2; M-L., VKR III, 14-15.

En definitiva, es probable que se trate de una alteración de *EMPUTARE1 (< Ɔμưυτεύειν), de donde proceden el fr. enter y el alem. impfen, y de donde vendrá también el navarro embutar (citado por A. Alonso, RFE XIII, 32), quizá alterado por influjo de embutir, o forma mozárabe trasmitida por los moriscos de la cuenca del Ebro y zona de Tudela; la alteración empeltar quizá se explique por influjo de PELTA ‘escudo’ o bien de PELLIS en el sentido de ‘corteza’ (más bien éste, a pesar de FEW IV 583, pues PELTA no fué nunca popular en latín, y es fantástico el supuesto influjo del griego masaliota). Pero es problema difícil, que aplazo hasta la redacción de mi DECat. No se le escapará a Spitzer que las pruebas de popularidad latina de pelta a que alude en MLN LXXI, 375, son recusables: que un texto bajo-latino del S. XIV de nada sirve para el latín vulgar, que un ej. de un helenismo en una traducción del griego como es la Vulgata tampoco indica mucho, y que aunque el procedimiento de injertar en forma de escudo sea muy conocido (y ya lo documenta Jaume Roig en el S. XV al mismo tiempo que emplea la voz empeltar, V. 4006), esto no es indicio de que todas las expresiones romances de la idea de ‘injertar’ se funden en este procedimiento, y en el caso de empeltar esto pesa muy poco frente al hecho de que fr. enter, al. impfen y embutar indican inequívocamente la fuente Ɔμưυτεύειν. Walther von Wartburg, ZRPh. LXVIII, 19-21, de acuerdo con su inverosímil teoría del influjo popular del griego masaliota, supone que el oc.-cat. empeltar sea derivado directo del griego πέλτƓ.

DERIV.

Entado, aplicado a las partes del escudo que están enclavijadas unas en otras [1725, en Aut.], del fr. enté, participio de enter arriba estudiado.

1 De ahí, según notó Spitzer (MLN LIII, 135) el b. lat. inpēto «enxerir», corregido innecesariamente por el editor del glosario de Toledo.