ELOGIO, tomado del lat. elŏgĭum ‘epitafio’, ‘sentencia breve’, que en bajo latín tomó el significado de ‘alabanza’ por influjo del gr. εȔλοƔία ‘elogio’.

1.ª doc.: 1605, Quijote; 1640, Saavedra Fajardo1.

En su origen el lat. elogium no parece tener nada que ver con εȔλοƔία Ernout-M. y Walde-H. están de acuerdo en considerarlo alteración de ƆλεƔεƗον ‘elegía, epitafio’, influído por λóƔος y el lat. loqui . En la Edad Media el vocablo tomó las más diversas acs., en particular jurídicas y desfavorables, vid. Du C., y Arnaldi, Lexicon Imperfectum (Bull. Du C., X); pero además se halla con el sigmficado de ‘alabanza’ en Papias y otros glosarios, entre otros el de Toledo, que trae «eulogium: buena fama o testimonio»; esta forma se halla también en escolios virgilianos: claro está que en ella hemos de ver una fusión de εȔλοƔία con elogium; es probable además que influyera la circunstancia de que los epitafios suelen ser laudatorios2.

DERIV.

Elogiar [1703, Interián de Ayala; Cuervo, Bol. C. y C. II, 348-9, sólo trae ejs. desde fines del S. XVIII; elogiable, elogiador; elogista; elogioso, galicismo bastante arraigado ya, pero todavía no admitido por la Acad.

1 APal.: «elogio es linaje y fabla adornada y fama y infamia y texto de malas fazañas y respuesta divina», 131b; pero éstos son los significados de la voz latina, y como el humanista palentino empieza este artículo definiendo el lat. elogium, no podemos considerar que para él fuese ya palabra castellana, aunque le castellaniza la terminación. Elogio falta en Nebr. y en los diccionarios del Siglo de Oro y es ajeno al vocabulario de la Celestina y de Góngora.―

2 Nótese que uno de los ejs. cervantinos reza «con diferentes epitafios, elogios de su vida y costumbres» (Quijote I, lii, 74).