EA!, del lat. ୱIA íd.
También en J. Ruiz, en la
Celestina (ed. 1902, 55.33, 79.33, 95.8), en Nebr. («
ea, para despertar a uno: age») y es frecuente desde el S. XVI. Ejs. en Cuervo,
Bol. C. y C. I, 433-4, y en
Obr. Inéd., p. 307. Normalmente es exhortativa, pero en Asturias
¡ea, ea! se emplea para arrullar a los niños (V). Se ha conservado también en port.
eia y hay algún ej. suelto en catalán
1 y occitano antiguos, y en hablas insulares de Italia (el rum.
ĭa, parece ser de origen eslavo o albanés). Es posible que en latín sea de origen griego (
εƸα, vid. Walde-H). Representantes vascos, Michelena,
BSVAP XI, 288.