DOTE, tomado del lat. dōs, dōtis, ‘dote que aporta la desposada’, ‘cualidades o méritos de alguien’, derivado de dare ‘dar’.

1.ª doc.: docte, princ. S. XV, Canc. de Baena, W. Schmid; dote, APal., 120d, 122b; Nebr.1

Hoy tiende a generalizarse el uso como femenino, de acuerdo con el latín, pero el género masculino tuvo bastante extensión (así en Ovalle, 1644, y en Nieremberg su coetáneo) y todavía subsiste en refranes; como femenino se halla en textos más latinizantes (APal., ley de 1534 en la N. Recopil. V, ii, 1), y aunque la Acad. da el vocablo como de género ambiguo desde Aut. hasta su última edición2, uno de los autores del diccionario de Autoridades, el Marqués de San Felipe, en 1714, replicando a Salazar y Castro, dice que el femenino «es más frecuente en los escritores de nota y hasta en los refranes» (BRAE I, 93). El masc. se debe a influjo de don. En la ac. traslaticia ‘prendas, cualidades’, dotes es hoy femenino.

DERIV.

Dotal [1475, BHisp. LVIII, 359; Nebr.]. Dotar [princ. S. XIV, Zifar 12.8; Nebr.; doctar, Canc. de Baena, W. Schmid], dotación, dotador, dotamiento, dotante.

1 Oelschl. cita doc. de 1097 hecho en Lérida, mas aparte de que esto corresponde al territorio de lengua catalana, se tratará de una forma latina que no prueba el uso vulgar del vocablo. En la Edad Media no parece haberse empleado otra cosa que axuar, arras o casamiento (Nebr.: «dote o casamiento de hija: dos»); falta dote en el glos. de los Fueros de Tilander, etc.―

2 En la de 1884 lo daba como masculino, lo cual creía Cuervo mera errata (Disq. 1950, 174).