DINERO, del lat. DENARIUSmoneda de plata que primero valía diez ases’, derivado de DNI ‘cada diez’, y éste de DECEMdiez’.

1.ª doc.: doc. de 1081 (Oelschl.); Cid.

La i, que se halla también en port. dinheiro, cat. diner, gasc. dinè, langued. diniè1, y en la forma dinaro de los antiguos dialectos de Lombardía y Véneto, parece debida a influjo de la forma griega ƌƓνάριον, de origen latino, cuya Ɠ se pronunciaba i en la baja época, influjo que se ejercería durante el bajo Imperio o en tiempo de la dominación bizantina en el SE. de España, y se extendería gracias al comercio mediterráneo; el sardo dina(r)i indica un origen griego aún más tardío. En el sentido de ‘caudal, bienes en numerario’ se emplea hoy dinero como colectivo en singular (port. dinheiro), pero antes se dijo dineros (así en Tirso, Vergonzoso II, 505; Lope, ed. Rivad. XLI, 59), y sigue diciéndose así en el habla rústica de Andalucía y algunos puntos de América2, y en refranes y dichos populares de todas partes (comp. cat. y gasc. diners). Dinar es la forma que el mismo vocablo latino tomó en árabe. El vco. diru ‘dinero’ parece más fácil que pueda venir de un romance antiguo *di(n)eiru que no de denariu > *dairu > *diairu > diru; hay un sul. diharu, Gèze (Uhlenbeck, Vgl. Lautl.) y un ronc. deiru. No parece que la i románica se pueda explicar por acción de la onomatopeya din-din (V. más abajo).

DERIV.

Dinerada [Berceo, S. Mill., 450; Alex., 711; J. Ruiz, ed. Rivad., 953] o dinarada [Cid; Berceo, Mil., 478; Alex. 1322, 1332]. Dineral [como nombre de medida, ej. medieval arag. en Aut.; ac. moderna, ya Acad. 1843; otras acs., Terr.]; dineralada. Dinerillo. Dineroso. Dineruelo. Adinerar, adinerado. Din [Espronceda, † 1842; Acad. 1884, no 1843], empleado en frases festivas en el sentido de ‘bienes de fortuna’ (opuesto a don, como símbolo de la hidalguía, o a la forma verbal dan), más que abreviación de dinero parece ser la onomatopeya din-din con que se imita el sonido de la moneda, onomatopeya apoyada por la forma análoga del vocablo dinero, Spitzer nos recuerda a este propósito el «Poderoso caballero / es don Dinero» de Quevedo; pero quizá fuese en el origen frase judaica, en que se jugara irreverentemente con la palabra semítica din (ár. dîn), empleada en judeo-español en el sentido de ‘fe religiosa’ (así en el Seder P. Abot, Salónica 1893, BRAE II, 81), tanto más probable cuanto que ya aparece en el S. XV en Juan Agraz, Canc. Cast., S. XV, n.° 450, estr. 2 (RFE XL, 155). No sé si un *adín se usó también en castellano, de donde habría pasado (o directamente desde el árabe de Tudela?) al vasco adi(n) «inteligencia», «atención», «intención» (hoy sólo guipuzcoano y vizcaíno) que no se con qué fundamento Uhlenbeck, Ond. La, 36, declara «witheemsch» (con derivados adierazi, adierrez, adigarri, también éstos en vasco-francés y ya en Oihenart, S. XVII).

1 Para formas occitanas con i en la Edad Media, vid. Levy, Litbl. XIX, 291.―

2 Así en Mendoza (Arg.), en el periódico «Victoria», 30-VIII-1941. Lo más común, sin embargo, allí y en general en América es emplear plata en este sentido.