DIAMANTE, del lat. vg. DIAMAS, -ANTIS, alteración del lat. ADହMAS, -ANTIS, íd. y éste del gr. ęƌάμας, -άμαντος, ‘acero’, ‘diamante’, derivado negativo de ƌαμĘν ‘domar, vencer’, con el sentido primitivo de ‘indomable, duro’.
1.ª doc.: Alex.1; APal., 199b, 234b; Nebr.
DERIV.
Diamantado. Diamantar. Diamantino. Diamantista. Cultismo: adamantino [1526, C. de Arcos], tomado de adamantĭnus íd.
Imantar o imanar; imantación o imanación.
CPT.
Diamantífero.
1 Adiamant en O, 1309a, 1313d, 1324c. En su lugar P trae adamante en estos pasajes, y además diamante en P 1450a, dimantes en P 271b. No resulta claro cuál era la lección primitiva. Diamán en el Canc. de Baena (W. Schmid).― ↩
2 En catalán arcaico samant o asamant ‘imán’ (Lulio, Meravelles, II, 68 y 72), forma aprovenzalada que procede de ADAMAS, -ANTIS.― ↩
3 También en Lope (Pedro Carbonero, v. 943), Quevedo, Nieremberg, y ya en Oudin (1607), Covarr. y Minsheu; falta en Percivale. En Lope y en otros es femenino (la imán) por sobreentenderse piedra imán. ↩