DESEO, del lat. vg. DESէDէUM ‘deseo erótico’, forma neutra correspondiente a la femenina clásica DESէDէA ‘indolencia, pereza’, que ya en la Antigüedad tomó el significado de ‘libertinaje’, ‘voluptuosidad’, conforme a la doctrina moral de que la ociosidad es el incentivo de la lujuria.

1.ª doc.: Berceo.

El lugar común de que la ociosidad es la madre de la lujuria está desarrollado en muchas citas clásicas y medievales, que reúne Ravelais, III, cap. 31. pp. 114-5, además de las que aduzco en mi artículo de AILC II, 128-32. Cuervo, Dicc. II, 1063-4. Desidia con el significado de ‘libertinaje’ se halla ya en Plauto (Bacch., 1083; Trin., 650; y véase ThLL V, 711.39 ss.), y desidiosus tiene el significado de ‘ávido’ en el propio Cicerón (De Or., III, xxiii, 88). El masculino desideus se halla en el sentido de ‘libido’ en el glosario AA, rico en formas antiguas del latín vulgar, trasmitido por un códice italiano del S. X (CGL V, 463.33), y el neutro desidium ‘pereza, ociosidad’ aparece en varios textos medievales (Du C. Schade). El port. desejo, cat. desig (> sardo disizu, disigiu), oc. desieg, it. desìo, disìo, con las formas correspondientes del verbo (port. desejar cat. desi(t)jar, oc. desejar), postulan igualmente una base DESէDէUM1. Para bibliografía, para justificación detallada del tránsito semántico y para discusión de otras etimologías propuestas, puede verse mi estudio citado. Podría imaginarse que el tipo romance DESIDIAREdesear’ resulte de un cruce de DESIDERARE con INVIDIARE, que realmente muchas veces se hace sinónimo de aquél: así Lulio escribió no envejaràs la muller de ton vehí (Blanquerna II, cap. 42, N. Cl. I, 207, 213) en lugar del mandamiento ‘no desearás la mujer de tu prójimo’. Sin embargo, aun ahí hay un importante matiz de distinción semántica. Por otra parte, el vocalismo tónico Ե y la -U del tipo romance deseo no coinciden con las vocales respectivas de INVIDIA. Luego hay que desechar la idea.

Es notable el que nuestro vocablo tenga a veces ss sorda en castellano antiguo: así escriben Nebr. y una vez el manuscrito de Per Abbat, y hoy pronuncian así los judíos de Marruecos; predomina, de todos modos, la grafía con s sencilla (sonora) pues la hallamos en Berceo (Mil., 843a también en el ms. medieval, A), Apol. 253d, en las Partidas, Buenos Proverbios (citas de Cuervo, Dicc.), en G. de Segovia (pp. 73-74), en APal. (9d, 10b, 104b, 205d, 11b, 111d, 207b), en PAlc., y esta pronunciación es general en el judeoespañol de Oriente, y lo era ya en 1682 (Cuervo, Disq. Filol. I, 188)2; también en portugués antiguo hallamos alguna vez dessejar (constante en Bernardim Ribeiro, ed. Évora, 1557, y en su discípulo Christ. FalcƟo, vid. RL II, 275, y Litbl. XV, 273), pero desejar predomina ampliamente en lo antiguo3 y hoy parece ser general. El catalán y los demás romances sólo conocen, hoy y en la Edad Media, formas con s sonora. La grafía antigua y minoritaria con -ss- es sospechosa de ser en parte meramente gráfica e influída por los derivados en des- de palabras con s- inicial (dessabrido, dessecar, etc.), como ocurría indudablemente con el dessatar que aparece en la Danza de la Muerte (ms. del S. XV, Ford, Old Sp. Readings, 67, 211), y aunque los judíos de Marruecos nos atestiguan la realidad de esta pronunciación, su testimonio pesa poco frente al de los de Levante, del portugués, catalán y demás romances, e indudablemente se ha de interpretar como efecto del sentimiento de un prefijo DE- que impidió la sonorización de la S, comp. port. y Nebrija dissenteria DYSENTERIA, cat. sintiri4, y por otra parte DECIDERE > deçir, REPUDIARE > repoyar y casos semejantes. Desde luego estas formas excepcionales no pueden justificar la etimología DISSIDIUM ‘discordia’, que semánticamente es inverosímil.

El cast. desear imitó de su sinónimo el lat. DESզDERARE el significado de ‘echar de menos’ que a veces tiene aquél: así en la Crónica de 1344 (hablando de un padre respecto de sus hijos difuntos: M. P. Inf. de Lara, 287.11), en Mariana (cita de Cuervo), en Vélez de Guevara5, y en la frase proverbial «me veo y me deseo», «lo vea y lo desee» (así en Marruecos, BRAE XIV, 154)6.

DERIV.

Desear [Cid], vid. Cuervo, Dicc. II, 1042-3; Cej. VIII, § 131. Deseable. Deseadero. Deseador. Deseante. Deseoso [Berceo], vid. Cuervo, Dicc. II, 1065-6. derivados cultos del lat. desiderare ‘desear’ (sin relación etimológica con la palabra castellana) son desiderar [Arévalo, Suma, p. 254b (Nougué, BHisp. LXVI)], desiderable, desiderativo, desiderátum; indeseable [Acad. ya 1936] es adaptación del ingl. canadiense undesirable, que se propagó por el mundo en 1911, con ocasión de una expulsión famosa (Migliorini, Cos’è un Vocabolario, 88).

1 El catalán y occitano corresponde más bien a DESԵDIU (al cual pueden corresponder asimismo las formas castellana y portuguesa). Se explica por diferenciación del timbre de la vocal tónica ante la palatal siguiente. Lo mismo ocurre, por lo demás, con los representantes de otros tres vocablos en -ԷJU en estos idiomas; véase mi trabajo.―

2 En la Celestina coexisten ambas grafías en proporción igual, según la tesis dactilografiada de L. S. Poston, Chicago 1938, quien se sirvió de la reproducción de la ed. de 1499 por Foulché.―

3 Hay muchísimos ejs. Sólo como muestra cito Canc. de D. Denís, vv. 1015, 1046, 1387, 1545, 1550; Padres de Mérida, h. 1400, RL XXVII, 28, 48, 49.―

4 Nótese que en Marruecos la s no es sólo sorda, sino además geminada en la pronunciación, lo cual denota claramente el influjo del caso de des-sabrido, des-secar; no hay otras geminadas semejantes en este dialecto que los arabismos en ass-, resultantes del artículo asimilado as- sumado a un sustantivo en s-, de donde esta pronunciación parece haberse extendido a assado y asseo. Las palabras como esse y passo tienen s sorda, pero sencilla. Vid. Benoliel, BRAE XIII, 229.―

5 «Seáys muy bien venido, don Garzía, / que avéys estado a fee bien desseado», La Serrana de la Vera, v. 1627. Para la -ss- ese texto no interesa por tardío.―

6 También en el portugués trasmontano: «Ver-se e desejar-se uma pessoa: ver-se nas últimas, em grande dificuldade, em grande risco, nƟo lhe sobrar nada». Aver e desejar es ‘no tener’ en Don Denís, vv. 1015 y 1046.