DELICIA, tomado del lat. delĭcĭae íd.
1.ª doc.: Santillana (C. C. Smith, BHisp. LXI); 1607, Oudin («delicias: regalos»).
DERIV.
Deliciarse ant. Delicioso [Berceo, Signos, 27: derivado de delicia].
Del lat. arcaico lacĕre ‘atraer, seducir’, de donde procede deliciae, viene también delectare ‘seducir’, ‘deleitar’, de donde por vía semiculta el cast. deleitar [Berceo; variante deletar en el Glos. de Toledo, h. 1400], para el cual vid. Cuervo, Dicc. II, 874-5; deleitable, deleitación, deleitamiento, deleitante; deleite [deleit: Cid; Berceo, Mil., 85d; Cej. VII, § 44], deleitoso [Berceo]; delectación [fin del S. XV, Hernando del Pulgar], es la única forma que ha sobrevivido del radical de la forma más culta delectar, empleada por Juan de Mena (Aut.) y otros. Del mismo lăcĕre derivan illĭcĕre ‘atraer’ y su derivado illĕcĕbra ‘encanto, seducción’, de donde el cultismo cast. ilécebra (raro).