DECHADO, del lat. DէCTATUM ‘texto dictado por un maestro a sus alumnos’, derivado de DICTARE ‘dictar’, y éste de DզCĔRE ‘decir’ (participio DէCTUS).
1.ª doc.: h. 1490, Celestina, ed. 1902, 80.10, 166.12; Nebr.1.
Echandillo, alteración del diminutivo
dechadillo (que también se halla como variante), figura ya en el
Corbacho (1438) (
BRAE X, 32). En latín clásico suele emplearse
DICTATA en plural. En la Edad Media se hallan corrientemente los vocablos de esta familia, en Francia, Alemania, etc., en el sentido de ‘escribir, redactar’ (de donde el fr. ant.
ditier íd. el cultismo cast. ant.
ditado ‘contenido de un texto’, ‘libro’, ‘poema’
2, y el alem.
dichten ‘componer poesía’), pero a veces se agrega el matiz de ‘redactar correctamente’, así
dictator ‘el que redacta correctamente’,
dictamen ‘fragmento de redacción correcta’, en el boloñés Tommasino d’Armannino, h. 1250 (
ARom. V, 21): de ahí era fácil pasar a ‘dictado correcto’, ‘modelo’.
1 «Dechado para boslar: catagraphum, apographum».― ↩
2 En este sentido, con referencia al poema que le sirvió de modelo, se hallaría deitado en el Poema de Yúçuf, 63c, según la ed. de Gayangos-Janer; más parece ser transcripción arbitraria, pues M. P. lee diqtado y Morf (52c) ditado. De todos modos, aquella forma existe en el Canc. de Baena (W. Schmid), en López de Ayala, Rim. de Palacio 714c, 841c, ed. Kuersteiner, N. ↩