DAMAJUANA, ‘vasija grande, por lo común de vidrio, de vientre esférico y cuello corto, generalmente forrada de mimbres’, del fr. dame-jeanne íd., propiamente ‘Señora Juana’, llamada así por una comparación humorística de marineros.
1.ª doc.: Acad., 1822.
En fr. el vocablo aparece desde 1694, y según el testimonio que en estas fechas nos dan Thomas Corneille y Furetière, era voz de marineros, lo cual explica su gran difusión en América, y también el que el vocablo se propagara al ár. damaǤâna, documentado modernamente en el Norte de África, Siria y hasta Arabia (Dozy, Suppl. I, 459b) y pasara también al turco (Rom. LVIII, 114). Sin embargo, no hay duda de que la voz arábiga, conocida solamente desde el S. XVIII, es de origen europeo y no procede del nombre de la ciudad iránica de Dâmeghân, como alguien supuso, pues el vocablo es completamente desconocido en persa; luego debe abandonarse la etimología arábiga de la voz europea, en la que habían pensado. Eguílaz, 385, y Gamillscheg (ZRPh. XL, 518-9), pero éste se adhirió posteriormente (EWFS, s. v.) a la opinión común. También se había pensado (Alart, RLR XIII, 5-8) en partir del oc. damajano que sería derivado de demieg ‘medio’, pero el significado no corresponde a ello. Abundan las denominaciones pintorescas del mismo tipo que Dama-Juana: Bournois meridjane ‘botella de 2 litros y medio’, Landas marijano (< Marie Jeanne), norm. christine ‘botellón de gres’, port. miñoto joaninha ‘barrilito’ (Leite de V., Opúsc. II, 51). Para esta etimología, vid. Sainéan, ZRPh. XXX, 308; XXXIII, 61; Sources Indig. I, 13-14; FEW III, 126a.