CÁRTAMO, ‘especie de azafrán’, probablemente de una variante fonética del ár. qírƫim íd., de origen incierto.
Devic, 27; Eguílaz, 364
2. Del mismo origen fr.
carthame [1512], lat. mod. botánico
carthamus. Existen en árabe las variantes
qírƫim o
qúrƫum (en los españoles Abenalbéitar y Abenbuclárix: Dozy,
Suppl. II, 331). La palabra romance supone una variante
*qárƫam que no consta en los diccionarios. Siendo palabra cuadrilítera es probable que en árabe no sea de abolengo semítico. Ahora bien, en glosas latinas de manuscritos del S. IX, sale
cartamis (en un glosario casinense,
CGL III, 537.70, pero el interpretamentum parece indicar origen español) o
cartamo (en un glosario amploniano con glosas anglosajonas:
CGL V, 354.4). Como la primera de estas glosas lleva la traducción
agrione (port.
agrião, mozár.
acrion ‘berro’) es evidente que Ernout-M. tienen razón al identificar con el gr.
κάρƌαμον ‘berro’. El cambio -
RD- >
-rt- es normal en mozárabe (
Qórƫoba < C
ORDUBA, parƫal por
pardal); luego bien podría ser que la palabra arábiga de donde viene
cártamo proceda a su vez del griego; pero hará falta, antes de aceptar que éste es el origen último, que un botánico nos explique qué analogías pudieron verse entre una crucífera, como el berro, y una compuesta, como el alazor o cártamo. La variante
cártama (ya Acad. 1884) parece tomada del fr.
carthame.