CUSCUTA, tomado del b. lat. cuscuta y éste del ár. kušūtâȐ, que a su vez procede del gr. κασύτας íd.
Devic, 31.
Cuscuta ya aparece en el seudo-Aristóteles (S. XIII o fines del XII), traducción latina, hecha en España, de una versión arábiga de un original griego perdido (A. Thomas,
BHisp. 1909, 27). Al parecer se trata de una errata de lectura en vez de
cussuta, que desde ahí se perpetuó en Europa. Luego el vocablo debió entrar en los idiomas modernos por España y no por Italia, según quería Baist,
RF IV, 412, aunque el it.
cùscuta1 se halle ya en varios textos del S. XVI. La voz griega, que sólo se halla en ciertas fuentes botánicas, pasa por ser oriunda de Siria
2, y del griego la tomó Plinio en la forma
cassytas (
ThLL) o
cassuta (Laguna).