CRESTA, del lat. CRէSTA íd.

1.ª doc.: APal. 226d, 94b; Nebr.

Claro está que es palabra existente desde los orígenes del idioma, aunque no tengo ejs. anteriores, a 1490. Los sefardíes de Marruecos emplean la forma crista (BRAE XV, 51), que es la forma general en portugués y en gallego (comparable a isca por yesca, silva por selva, sin hablar de los casos de metafonía en el masculino, como isso, siso, etc.); además gall. crista ‘persicaria o hydropiper’ en la diócesis de Santiago (Sarm. CaG. 158v).

DERIV.

Crestado, adj. [h. 1410, Libro de los Gatos, ed. Rivad., 556]. Crestería (término de arquitectura y fortificación; en la Arg. es además topográfico ‘conjunto de crestas o cumbres peñascosas de una montaña’, BRAE XVII, 316). Crestel, arag. ant. ‘prenda de vestir o adorno’ («hun crestel de lino obrado de seda negra», a. 1402: BRAE II, 224, con variante crestell) ha de venir del catalán (donde sólo conozco crestell ‘carámbano’ en Mallorca) o de la lengua de Oc (donde hay langued. crestel, delfinés cresteu «chaperon d’un mur», «arête d’un toit», crêteau «bonnet de nuit, à crête» en el habla francesa del Bourbon: FEW II, 1352b, a). Crestón [1578, Ercilla]. Crestudo. Encrestarse, -ado. Crista, cultismo, como término heráldico [1575, Aut.].