COSA, del lat. CAUSAcausa, motivo’, ‘asunto, cuestión’, que en latín vulgar, partiendo del segundo significado, se hizo sinónimo de REScosa’, ya en el S. IV de nuestra era.

1.ª doc.: orígenes del idioma (Glosas de Silos, 2.ª mitad del S. X).

Este vocablo ha tenido multitud de acs. especiales, de carácter gramaticalizado, que no es posible estudiar a fondo en este libro. Doy algunas breves referencias. En frases negativas se hizo sinónimo de ‘nada’, y con este valor se halla desde Alfonso el Sabio hasta Tirso de Molina y hoy en aragonés (vid. ejs. en M. P., Antol. de Prosistas, pp. 14-15, y en BRAE VII, 690). Otras veces toma el valor de ‘persona’: así en Corral, Crón. Sarracina (h. 1430), vid. M. P., Floresta I, 201.18, 249.12, 237.18 (a menudo en plural, las cosas, con significado singular), y además Lang, MLN I, 126-7. La locución cosa que... tiene en el Siglo de Oro el sentido de ‘no sea que, no vaya a ser que’ (Ruiz de Alarcón, Las Paredes Oyen, ed. Reyes, p. 197; Lope, El Marqués de las Navas, v. 2374; Íd., Niña de Plata, III, xiii). Hoy vulgarmente cosa de toma el valor de ‘para’ (así en la Arg., etc.: «el automóvil marcha despacio, cosa de no desbandar aquella recua...», J. P. Sáenz, La Prensa, 3-I-1943). Con cosa de ‘para’ comp. el fr. popular histoire de íd., estudiado por Spitzer en Travaux du Séminaire Roman d’Istanbul I.

DERIV.

Coso, empleado en la Arg. como voz de sentido indefinido, para salir del paso (= quillotro, éste)―vid. A. Alonso, El Problema de la Lengua en América, p. 93―, es italianismo. Arg. cosiaca, despectivo familiar que se usa bastante coloquialmente.