CORNISA, probablemente del gr. κορωνίς, -ίƌος, ‘rasgo final’, ‘remate’, ‘cornisa’ (derivado de κορǠνƓ ‘corneja’, ‘objeto curvo’), por conducto de oc. cornís.

1.ª doc.: 1526.

Comp. Terlingen, 126-7; FEW II, 1211; Bloch; Rohlfs, VKR I, 349. La variante cornija [1552: Calvete], si fuese modernización gráfica de cornixa1, podría venir del it. cornice [1565, Alberti; cornicetta, ya S. XV, Cennini], a base de la pronunciación atenuada de la ce toscana, casi igual a sce (comp. esdrújulo < esdrúxulo < sdrucciolo), pero la pronunciación sonora corniȤa que dan a esta forma los judíos de Marruecos (BRAE XV, 50) prueba que se trata de una alteración española de cornisa, del mismo tipo que tijeras, quijo, por tiseras, quiso. En lengua de Oc se halla cornis ya en 1520; el cat. coronisa [1639; normalmente cornisa, 1620] y el fr. medio coronice (S. XVI) son también independientes del italiano. La ac. ‘cornisa’ del gr. κορωνίς se halla en Hesiquio, según Bloch. Se ha admitido también que el it. cornice sea sencillamente una aplicación figurada de cornice ‘corneja’, con repetición independiente del mismo proceso semántico que ya se había producido en griego, pero es difícil que todas las formas citadas sean italianismos directos o indirectos, como entonces debería admitirse; en cambio, es posible explicar el it. cornice como alteración de κορωνίς, sea fonéticamente (comp. bacio, bruciare BASIUM, *BRUSIARE), sea por contaminación del nombre del ave.

DERIV.

Cornisamiento, cornisamento, cornijam(i)ento, en parte tomado del italiano. Cornisón o cornijón.

1 Así escribe Vélez de Guevara, La Serrana de la Vera, v. 1715, pero es texto tardío, sin autoridad ya para indicar cuál era la pronunciación antigua.