CORMA, ‘especie de cepo de madera con que se sujeta el pie de un hombre o de un animal para impedir que se muevan libremente’, del ár. qúrma ‘leño, zoquete, tronco’, ‘tajo para partir carne y otros objetos’, ‘cepo, corma’, y éste del gr. κóρμος ‘leño, tronco’.
1.ª doc.: Berceo, S. Dom., 660a.
Ejs. de los SS. XV-XVII en
Aut.
1.
En Berceo significa ‘grillos, prisión’ en general, con referencia particular a cadenas de hierro. En árabe se emplea hoy desde Marruecos hasta Oriente, y con el significado español se halla documentado en el árabe de España (R. Martí, S. XIII) y de Marruecos; en Palestina (Berggren) designa una cadena atada a una madera y sujetada al cuello de un criminal: vid. Simonet, 133-4; Dozy,
Suppl. II, 337
a. Del mismo origen port. ant.
corma íd. (SS. XIII y XIV:
Consulado de Mar, cap. 331; Eiximenis). No es probable que las voces hispánicas vengan directamente del griego. En cuanto al calabr.
curmu ‘pedazo de tronco’, Terra d’Òtranto, Tarento y Calabria
curmune,
culmone, ‘tronco, pedazo de tronco’, son helenismos locales tomados del griego de la Magna Grecia (Rohlfs,
EWUG, 1086).
1 Además en el Lazarillo de Luna (1620), ed. Rivad., pp. 113 y 114. ↩