CORBONA, no es palabra propiamente castellana, sino el hebraísmo latino corbŏna ‘lugar donde se guardan las alhajas’, empleado por algunos autores clásicos en la frase medio latina estar in corbona ‘estar en poder de alguien’.

1.ª doc.: corbana, Lope de Rueda; corbona, Cervantes, Retablo de las Maravillas, ed. Cotarelo, 21, p. 31; La Pícara Justina I, 100.

Vco. korbona «dividendo, dinero de caja que se distribuye entre los partícipes al cabo del año» que Azkue registró sólo en Lequeitio; de aquí, parece, el ronc. korbora «cepillo de iglesia» y quizá korban «présent, don» (en el dicc. lab. de Duvoisin).

También en latín se halla la variante corban o corbanas. La tradución ‘cesta o canasto’ que da la Acad. (falta todavía 1899) se debe a una falsa identificación con corbe m., ant. «medida por cestos o canastos» (ya Acad. 1843), íd. en gallego ant. (Vall.), «un coffin ou corbillon» (Oudin), que procede del lat. C֊RBIScesto’, por conducto de otro romance, quizá el gallego o el mozárabe (donde se halla corbo en el catalán de Valencia y en el castellano de Murcia y Andalucía)1; b. nav. khorbe, sul. khorbo «mangeoire des boeufs» (hablando de Jesús en el lab. Haraneder, S. XVIII).

1 A. Venceslada, s. v. corvo. G. Soriano, s. v. corbo. Arag. corvillo ‘espuerta de mimbres’ (Borao).