CONTRAHECHO, ‘lisiado, corcovado’, alteración (por influjo de contrahacer) del antiguo contrecho ‘envarado’, ‘baldado’, y éste del lat. CONTRACTUScontraído’, participio de CONTRAHĔREcontraer’, derivado de TRAHĔREarrastrar’.

1.ª doc.: Berceo.

Cuervo, Dicc. II, 502-3. En Berceo, S. Dom. 554b, todavía significa ‘contraído’, ‘envarado’: «Fueron de Dios oídos, de lo que demandaban, / soltáronse los brazos que contrechos estaban, / quedaron los dolores, que mucho lo quexaban»; en otros pasajes ya es ‘baldado’, ‘lisiado’ (S. Dom., 598a; Mil., 386b, 397c). Es visible que no se trata de un derivado de contrahazer (que tiene -f- o -h- aspirada en la Edad Media) porque la forma contrecho, sin huella de ninguna consonante intermedia, es ya general desde principios del idioma: Gr. Conq. de Ultr., 323; Conde Luc., ed. Hz. Ureña, p. 245; J. Ruiz, ed. Rivad., 432; Tratado de la Doctrina, copla 79; Nebr. («contrecho: doliente, debilis»); Quijote I, xvi, Cl. C. II, 34; Martí, G. de Alfarache, ed. Rivad., p. 3851. Posteriormente el vocablo se confundió con contrahecho ‘falsificado’, al cual le unía cierto vago parecido semántico, ya Garcilaso, son. XVI, v. 6. Lo mismo sucedió, por lo demás, en francés, donde se decía contrait en la Edad Media (Tobler), sustituido luego por contrefait (por influjo de malfait ‘mal conformado’, Gougenheim, RLiR III, 318ss.).

1 De ahí también contrecha ‘apuro, aflicción’: Alex., O, 681.