CONGRIO, del lat. CONGER íd., acusativo CONGRUM; la i se explica seguramente por influjo leonés.

1.ª doc.: J. Ruiz, 1118b; también Glos. del Escorial; ley de Enrique III (1390-1406) en la N. Recop.; Canc. de Baena, n.º 382, v. 11; APal., 90d; Nebr.

Para el origen leonés de muchos nombres de peces, vid. RFH VI, 242. Las demás formas romances (port. congro, gall. crongo (Sarm. CaG. 79v), cat. congre, etc.) no presentan huellas de esta . Nótese que J. Ruiz llama al congrio «Conde de Laredo», indicando que el comido en Castilla se pescaba especialmente en la Montaña, zona comprendida en parte dentro de los límites del dialecto leonés (comp. ast. congriu, en Rato; pero la forma etimológica cóngaru en Vigón: M. P., Fg. Mussafia, 389). Otros piensan que la forma castellana junto con Tarento gronཡཙ y svr. de Ragusa grùj representan un diminutivo griego ƔοƔƔρίον (Barbier, RPhFL XXIII, 120; Skok, ZRPh. LIV, 483), pero esta mezcla de latín y griego constituye una hipótesis tanto menos necesaria cuanto que la variante italiana rara congrio (documentada en un diccionario de 1660, mientras que congro se halla por lo menos desde 1598, Florio) tiene todo el aire de hispanismo; en cuanto a la otra forma it. gronchio, representa un diminutivo lat. *GRONCŬLUS, calabr. ngróngulu (Rohlfs, EWU, s. v. ƔóƔƔρος). Entre las demás formas romances otras indican que la O sería cerrada (cat. cngre, oc. coungre, sic. gruncu; pero it. còngro según Petrocchi). No está averiguado si la voz latina es descendiente del gr. ƔóƔƔρος, o hermana de ésta, procedente de un común origen mediterráneo. El congrio chileno designa un pez completamente distinto del conocido en España con este nombre.