CONCHABARSE, ‘ponerse de acuerdo para algún fin’, tr. ‘ajustar, contratar los servicios de una persona’, parece haber significado originariamente ‘acomodarse varias personas en un lugar’ y proceder de un verbo latino CONCLAVARIacomodarse en una habitación’, derivado de CONCLVEhabitación íntima y reservada’.

1.ª doc.: h. 1440, Alfonso de la Torre. Cej. IX, § 212.

El significado primitivo se trasluce claramente en el ej. más antiguo («porque viendo que no se pueden conchabar en un pecho religiosa charidad con tyranía cruel, nadie le osa condenar por malo») y en otros antiguos: «acinari es morar en poco espacio o conchavarse» (APal., 6b). Es frecuente, aun más tarde, que la palabra conserve un significado locativo, de acomodación en un lugar; así dice Covarr., agregando por su cuenta una etimilogía pueril que no hace falta refutar: «conchavança: vn cierto modo de acomodarse, como haze el pescado dentro de la concha, y de allí el verbo aconchavarse: acomodarse, enxerirse»; port. «conchavar: metter umas coisas dentro de outras da mesma feiçƟo: conchavar esses pesos ao marco, Apol. Dial., fº 234» (Moraes)1; salm. conchabar «echar un cordero a dos madres» (Lamano), es decir, propiamente, encerrar un cordero con dos ovejas en un compartimiento del corral, para que le amamanten.

Ya M-L. (REW 2116a) indicó que el vocablo portugués viene de un verbo latino CONCLAVARE, pero no creo que anduviera acertado al definirlo «zusammenfügen» o ‘juntar dos cosas una a otra’, dando a entender así que era derivado de CLAVAREclavar’; es verdad qué en esta ac. ni siquiera tendríamos que proveer de asterisco el vocablo, pues existe la glosa «conclavo: συνƓλNj» (de ƙλος ‘clavo’: CGL II, 446.18), pero no olvidemos que las glosas latinas son interpretaciones tardías hechas, muchas veces sin gran autoridad, sobre voces que aparecen en textos más antiguos; ahora bien, Festo, que lo es mucho más, nos informa (58): «conclavatae dicebantur quae sub eǝdem erant clave», relacionando evidentemente con conclave, pues he aquí cómo define en su lugar (34.8) a éste: «conclavia dicuntur loca quae una clave clauduntur»; no sería, pues, exagerado decir que podemos documentar el verbo CONCLAVARI en el sentido de ‘encerrarse en un conclāve’. Ahora bien, es sabido que este sustantivo latino designaba precisamente un retrete, un cuarto encerrado e íntimo, por lo común pequeño; me bastará recordar dos versos de Terencio: «est mihi ultim?s conclave in aedibus quoddam retro» (Haut., 902) y «virgo in conclavi sedet» (Eun., 583), con la explicación correspondiente de Donato («conclave est separatior locus in interioribus tectis... ut cubicula adhaerentia triclinio») y de otro escoliasta («in cubiculo vel interiore domo», 105.11), y referirme a la locución estereotipada in conclavi ‘en secreto, en un lugar impenetrable’ (según define la glosa IV, 248.3, y según escribe el provenzal Faustus Reiensis, S. V: «anima in conclavi corporis sui requiescit»)2. De la idea de encerrar a dos amantes en un cuarto o a dos animales en un compartimiento del corral, se pasó fácilmente a ‘reconciliar, poner de acuerdo’3, pero la base semántica pudo estar igualmente en otra situación, la de los conspiradores o conjurados que se reúnen en un cuarto apartado, y de aquí la idea de ‘ponerse de acuerdo para fines malos, inconfesables o secretos’, que ya predominaba cuando se escribió la definición de Aut., y que podemos documentar en abundancia: «El codicioso y el tramposo presto se conchaban», en el mejicano Martínez de la Parra (1691), «finalmente vinieron a conchabo / el itoto y Bubur sobre el esclavo» (Juan de Castellanos, cita de Rz. Marín, 2500 Voces), «el fullero dió un golpe al platero, y de conchavança, mientras yo luchava con la vergüença que tanto me açotava, tassaron que yo pagasse solos diez y seys reales» (Pícara Justina), salm. «confabularse, concertarse», en Cuba «convenirse dos o más clandestinamente para alguna acción pecaminosa» (Pichardo), en el Ecuador «unirse o ponerse de acuerdo varias personas con fines generalmente malos» (Lemos, Semánt., s. v.); en el catalán del Maestrazgo (donde es castellanismo): «contxavar-se: convindre’s dos o més per a fer alguna cosa més o manco segreta» (G. Girona), y creo que tenemos la misma ac. en el ej. más antiguo de nuestra palabra en portugués, el pasaje de Ferreira de Vasconcellos (h. 1557) que cita Moraes: «temos os juizes bem conchavados»4. De pasajes como éste era fácil pasar a un empleo transitivo (conchavame esas medidas en Sánchez de Badajoz, cita de Cej., Voc., al parecer ‘ponlas de acuerdo’) uso indudablemente secundario, pues todavía no lo reconocen como posible Covarr. ni Aut.

Así se emplea el verbo en el barcelonés popular, con ligera alteración fonética, y en el sentido de ‘lograr la connivencia de alguien’5. Otras construcciones neológicas comparables hallamos en portugués («concluir, ajustar algum negócio com alguem», como término chulo, en Moraes; ‘concertar’6, ‘ponerse de acuerdo con alguien para que haga algo’: «conchavou com elle que, disfarçado, fosse em seu nome tributar aos idolos», en Manuel Bernardes, 1706, cita de CortesƟo), y en hispanoamericano, donde predomina la idea de ‘asalariar, ajustar los servicios de alguien’, no sólo servicios domésticos como dice la Academia, pero sí servicios de carácter humilde, los de un jornalero, p. ej.7: en este sentido es usual en la Arg., Chile, Colombia, Venezuela y el Sur del Brasil (Toro, l. c.; M. L. Wagner, ZRPh. XLIX, 107).

DERIV.

Conchabanza (V. arriba). Conchabo (íd.).

1 Vieira aclara este ej.: «mettêl-os uns dentro dos outros, formando o pezo total do marco».―

2 Algunas veces la noción de acuerdo o unanimidad está ya envuelta en latín en la imagen de la reunión en una habitación pequeña, como cuando Enodio (h. el año 500) escribe, hablando de la unidad espiritual: «non interest, quae intervalla nos segregent, si uno in superiore mansione conclave retinemur» (ThLL.).―

3 Así en el lenguaje pastoril de fines del siglo XV: «pues por esta cruz jurada / que has d’ir ante el alcalde. / MIGUEL. Ahotas que sea embalde / tu jornada / pues que no te devo nada. / MARTÍN: No tomeys más enconía, / havé gasajo y solaz / y conchavaos en paz, / sin porfía... / lo que deve el vno al otro / que gelo cuente / y se lo pague finalmente» (Rodrigo de Reynosa, Coplas de unos tres Pastores, v. 188, p. p. Gillet, Philol. Q. XXI, 33).―

4 Comp. la definición de Vieira: «ajustarse uma pessoa com outra para algum fim... concertar-se para fraudar ou causar damno a alguem».―

5 El vocablo no figura en los diccionarios catalanes y no es de uso general, pero véanse estos dos ejs.: «¿No heu conxivat la ronda per poder jugar?», Pere Corominas, De plaer no n’hi ha mai prou; «la jove, aquella mossa escardalenca i roja que havia vingut de qui sap on i, al cap de dos anys de casament, ja havia enterrat el marit i conxivat els sogres, que els menava i els feia seguir amb el dit com enzes sense voluntat ni malícia», Íd., Silèn, p. 109. El ejemplo de Fernán Caballero que Toro Gisbert (RH XLIX, 396) cita, traduciéndolo mal, a mi entender, contiene un matiz muy parecido de ‘conquistar (a alguien), hacérselo suyo’: «La prenda que a mí me conchave ha de tener tres pares de tacones.» Con significado más evolucionado: ‘sosegar, calmar’ en Méjico (Ramos Duarte). Desde el romance pasó al vasco roncalés konxaba ‘sosegar’ (Supl. a Azkue2).―

6 En el pasaje siguiente de Juan de Pineda (1589) puede ser ‘concertar’ o bien ‘encajar, insertar’: «no se puede mejorar vuestro encarecimiento tan bien conchavado» (Diál. VIII, § último).―

7 Vid. Tiscornia, M. Fierro coment., vocab. Conchabado, -ada, ‘criado, criada’, Picón Febres y oído en Mendoza. Conchabo es el contrato―sumario (papeleta de conchavo) o verbal―que se hace con una persona así: «no es hombre fácil de adaptar al conchabo que le dió en esta chacra el alcalde», Eliseo Montaine, La Prensa, 13-VII-1941; «no iban por conchabo», o sea por ajuste de un criado (Lugones, Guerra Gaucha: BRAE IX, 542). La papeleta de conchabo sirve de salvoconducto o pieza de identidad, en la pampa argentina, para demostrar que el transeúnte no es un vagabundo: «―¿Quién es Ud? ―D. F. Sarmiento. ―¿Con qué licencia anda solo?... ¿Está Ud. en la escuela? ―No, señor. ―¿Tiene papeleta de conchavo? ―No, señor. ―¡Ah, pícaro!―le dice desenvainando la lata y amenazando cortarle en dos» (Sarmiento, Obras XLV, 402).