COLGAR, del lat. C֊LL֊CARE ‘situar’, ‘colocar’, derivado de L֊CUS ‘lugar’.
1.ª doc.: Cid.
Cuervo,
Dicc. II, 192-7; Cej. IX, § 152. El significado genérico de la voz latina se ha especializado diversamente en romance: rum.
culcà, it.
coricare1, fr.
coucher, oc.
colgar ‘meter en la cama’, ‘acostar’, cat.
colgar ‘meter en la cama’, ‘cubrir el fuego’, ‘cubrir de tierra, enterrar’, cast. y port.
colgar ‘suspender’. ‘Meter en la cama’ y ‘cubrir el fuego’ se hallan ya documentados en la Antigüedad; no hay noticias en latín de la existencia de la ac. hispanoportuguesa, documentada en estos idiomas desde sus orígenes.
DERIV.
Colgadero [Gr. Conq. de Ultr., 88]. Colgadizo [Gr. Conq. de Ultr., 215]. Colgado. Colgador. Colgadura [Nebr.]. Colgajo [íd.]. Colgamiento. Colgandero. Colgante. Cuelga. Descolgar [Nebr.]. Decolgar [Berceo, Mil. 157; Acad. 1843, como ant.].
CPT.
Cuelgacapas.
1 De ahí ha de haberse tomado, aunque sea algo extraño, el ast. acoricar ‘arropar a alguno con mimo’, algunas veces ‘cuidar con esmero’ (V). ↩