COJO, del lat. vg. COXUS íd., quizá derivado del lat. COXAcadera’.

1.ª doc.: 1014, como apodo de un personaje («Zuleiman Quoxo», en el Tumbo de León: M. P., Oríg., 155)1; como apelativo ya en Berceo, S. Mill., 278, y en doc. de Sahagún, a. 1250 (Staaff, 36.28).

Cuervo, Dicc. II, 187-8. COXUS es palabra rara, que sólo se halla en C. Cilnius Maecenas (S. I a. C.) y en glosas (CGL III, 468.37; V, 595.32; comp. VI, 189); otros emplearon COXO, -ĶNIS. En romance no ha dejado otros descendientes que el castellano, el port. coxo y el cat. coix2. Todo indica que COXUS viene de C֊XAcadera’, comp. coxendicus ‘cojo’ en S. P. Placitus (S. IV d. C), derivado evidente de coxendix ‘cadera’. Sin embargo deberá estudiarse la posibilidad de que derivase más bien de COXIMagachándose’, INCOXAREagacharse’, pues si COXUS viniese de C֊XA debería tener O breve y entonces esperaríamos hallar formas diptongadas en leonés (y no coxo, como en los documentos citados arriba, ast. coxu, V) y en aragonés, mientras que hoy se pronuncia šo en toda la zona pirenaica (Kuhn, RLiR XI, 56); en catalán esperaríamos *cuix, cuando la forma real cix parece corresponder a CĶXUS. Sin embargo, es cierto que el carácter genuino de la forma catalana no es enteramente seguro, pues no se halla antes de 1373 (Misc. Fabra, 172, s. v. verdesca), y en la Edad Media es siempre coxo, forma que hoy sigue siendo la corriente en Valencia; hay que agregar a las autoridades del DAlcM. que coxo aparece también en 1395 en Valeri Máximo (ed. Miquel i P. II, 254 y 275), en Auziàs Marc XCIX v. 5, doc. de Barcelona 1538 (Madurell-Rubió, Imprenta, n.º 4444) y el abstracto coxea en I. de Villena; Vita Cristi II, 275 (citas de G. Colón). V. mi DECat.3.

DERIV.

*Coja ‘corva’, ant. [ya Acad. 1843]: en realidad no existe esta palabra en castellano4, pues su única fuente es Covarr., y este lexicógrafo, al afirmar que «coxo se dixo de coja, que vale pierna, poples», se refiere a la voz latina coxa; de ahí por metonimia podría venir, sin embargo, el ast. coxa ‘ubre’, coxada ‘la ubre abultada por la leche’ (V). Cojal ‘pellejo que los cardadores se ponen en la rodilla’ [Terr.], tomado del cat. cuixal íd., derivado de cuixa ‘muslo’, procedente del lat. C֊XA ‘cadera’. Cojear [coxear, J. Ruiz, 466c, S], port. coxear, pueden representar el lat. vg. COXIGARE (CGL III, 468.36), o bien un mero derivado romance en -ear (el cat. coixejar, ya S. XV, no es prueba decisiva de esto último, en vista de las dudas acerca del carácter genuino de coix); la antigua variante coxquear (frecuente desde el S. XIII: Cuervo, Dicc. II, 186-87; Biblia med. rom., Gén. 32.31; Nebr.; APal. 85b; Glos. del Escorial; Celestina, Cl. C., p. 42; Lazarillo, en M. P., Antol. de Prosistas, p. 92; cosquear J. Ruiz, 466c, G) no creo represente un *COXICARE más la terminación de coxear, según quiere Baist, KJRPh. IV, 311, pues una síncopa tan antigua en este grupo de consonantes repugna a las tendencias castellanas; quizá sea formación reduplicativa como sugiere Cuervo (aunque faltaría la segunda x) o más bien coxear contaminado por renquear. Cojera [Covarr.; 1613, Cervantes], antes cojedad [Nebr.: cox-] o coxez [Azpilcueta, 1553]. Ast. coxicar ‘cojear’, acoxicar ‘dejar cojo a uno’ (V). Cojuelo. Encojar.

Derivado culto del lat. coxa es coxal.

CPT.

Cojitranco: en Covarr. y Aut. es cojitranca «el coxo travieso que anda inquieto de una parte a otra», porque va atrancando tierra con su muleta; hoy cojitranco en algunos puntos es mera duplicado intensivo de cojo («una silla cojitranca», oído en Mendoza, Arg.).

A coxcox, o a coxcojita [Calderón].

Compuestos cultos del lat. coxa: coxalgia, coxálgico (con el gr. ęλƔεƗν ‘doler’).

1 También Johan Coixo, en 1166, en un documento de Sahagún (ibid., p. 61), y otros que cita Oelschl. El diminutivo KoǤwêl de un documento mozárabe toledano de 1083 (M. P., Oríg., 148) presenta consonantismo extraño, aun cuando supongamos texdid sobre el Ǥ y leamos KoƇwêl.―

2 Es poco probable que venga de aquí el langued. goi ‘cojo’ (anticuado en Pézénas y vivo en Agda: Mâzuc). Esperaríamos, si acaso, *gouis (> *goui) o una forma con triptongo. Se trata, por lo demás, de un vocablo puramente local, al parecer.―

3 La grafía de κοξάριος ‘cojo’, con ómicron, en Pelagonio, 496 (S. IV d. C.) es desfavorable a la Ķ, y lo sería también la relación etimológica que sientan Walde-H. y Ernout-M. entre coxim y conquiniscere, pues kwĕ da también cŏ en latín. Si coix fuese castellanismo en catalán, sorprendería la falta o rareza de sinónimos autóctonos en una noción tan importante, pues sólo hay ranc, que hoy es únicamente ‘renco’, pero en la Edad debió significar además ‘cojo’ a juzgar por las citas de Ag. El oc. clop parece haber sido siempre ajeno al catalán.―

4 Se perdió ahí en fecha preliteraria, aunque es común a todos los romances: desde el rumano (coapsă) hasta el gallego y portugués coxa: «un Cristo que ten as pernas largas... e apenas lle queda un anaquiño de coxa», Castelao 131.11.