COHETE, origen incierto, probablemente del cat. coet íd., derivado del cat. ant. coa ‘cola’ (hoy cua) o de su equivalencia mozárabe.
1.ª doc.: 1488, invent. arag., BRAE IX, 126, 1311.
Por otra parte, M-L., REW 1774, consideró el port. foguete como metátesis de cofete y éste como procedente del cast. cohete, tomado del cat. coet ‘cohete’, que a su vez vendría del fr. coué ‘rabudo, provisto de cola’, punto de vista diametralmente opuesto al anterior, en cuanto supone que la migración del vocablo dentro de la Península Ibérica se produjo desde el extremo Este al extremo Oeste y no al revés. En lo concerniente a esta migración interhispánica, hay fuertes argumentos que hablan en favor del punto de vista de M-L.: 1.ª El cronológico. Es verdad que el dicc. Alcover no da ejs. del cat. coet anteriores al siglo XVIII, y que de ahí infiere Moll que este vocablo debe proceder del castellano; pero este erudito olvidó que Ag. lo había señalado en el dicc. de J. Esteve, impreso en 1489, y que por lo tanto ha de reflejar un estado de lengua anterior por lo menos en algunos años. En consecuencia, los datos filológicos indicarían que el vocablo apareció primero en catalán; después en español, pero aquí se halla en Aragón 25 años antes que en Castilla; y sólo mucho más tarde en portugués. 2.º Es difícil que una palabra de derivación tan clara para todos como foguete pudiera sufrir la violenta metátesis de las dos primeras consonantes, mientras que cohete, una vez desconectado de CAUDA, al salir de su lengua de origen para entrar en otras donde este vocablo latino suena cola o cauda, estaba muy expuesto a experimentar las más fuertes alteraciones fonéticas, con tal de que así se incorporara a una familia de vocablos viva en estos idiomas, como lo es la de fuego, port. fogo. 3.º Otros indicios más vagos, como la vitalidad del sufijo -et, -ete, mayor en el Este ibérico que en el Centro o en el Oeste, y como la gran tradición y vitalidad de los fuegos artificiales en tierras valencianas, son también favorables.
El pormenor de la evolución sería fácil de completar: ya Cuervo, Ap., § 129, y Obr. Inéd., 128, documentó por un romance antiguo (quizá del siglo XVI), y por un pasaje de Torres Naharro y varios de autores del S. XVII, la pronunciación trisilábíca del cast. cohete en la época clásica, lo cual sugiere que el vocablo, en esta época en que las h aspiradas vacilaban, pero no habían desaparecido, del todo, al pasar de una lengua sin diptongos crecientes, como el catalán, al castellano, donde son raros los hiatos, se pronunció ocasionalmente con h aspirada4; de aquí que el portugués lo cambiara en cofete5 y luego en *foquete, que incorporándose totalmente a los derivados de fogo acabaría por hacerse foguete. Las objeciones contra la procedencia catalana sólo pueden venir de la oscuridad del origen último del vocablo. Pues cuesta creer que si existió un fr. coué con el sentido de ‘cohete’ no haya dejado huella alguna en Francia (nada de eso en Littré, God., Tobler, FEW, Mistral)6; indudablemente le conviene a un cohete la denominación ‘rabudo’, pues la vara de caña o de madera en que termina, bien puede compararse a una cola, pero suponiendo que el vocablo no hubiera empezado a usarse en este sentido sino en Cataluña, esperaríamos entonces que se hubiera empleado un término autóctono, o de haberse preferido un adjetivo de origen francés, ¿no sería extraño qué en catalán no lo halláramos en su sentido primitivo? Además, como el fr. -é (que no se pronuncia bien igual que fr. -et, y mucho menos en el S. XV) no corresponde al cat. -et, la forma de adaptación fonética resulta también algo sorprendente, y de hecho lo que solemos hallar en casos semejantes son voces como cat. rapè, crepè, canapè.
Las denominaciones europeas del cohete podrían sugerir una base semántica algo diferente: el fr. fusée es una aplicación figurada del vocablo que antiguamente significaba ‘huso’ o ‘husada’ (la madeja arrollada entorno al huso), y el ingl. rocket y alem. rakete proceden del it. rocchetto o rocchetta, diminutivo de rócca ‘rueca’; probablemente, más que de la rueca o del huso en sí, se trata, en ambos casos, del huso rematado en su punta por la husada o porción de lino o lana que puede contener, con el cual sí que el cohete, con su carga de pólvora al extremo de una vara, presenta una semejanza perfecta; ahora bien, está husada se llama justamente couet en varios dialectos galorromances: prov. couet ‘paquet d’étoupe dont on garnit le fuseau à filer’ (Mistral), landés ant. coed «filasse», fr. med. couet «poignée de filasse peignée» (1577), Castres couet íd. (FEW II, 537a). Que en catalán la misma cosa hubiera recibido el nombre de coet, diminutivo de coa ‘cola’, por comparación de la husada con una colita colgando del huso, no tendría nada de sorprendente, y aunque esta ac. no parece estar documentada en catalán7, en un vocablo que se localiza tan cerca de Cataluña como en Castres (Tarn) la dificultad es mucho menor que en la hipótesis de M-L. Por lo demás, no será posible aclarar toda la historia de cohete hasta que algún lingüista estudie la evolución de la pirotecnia en España y Francia, y quizá especialmente la de sus aplicaciones en artillería8. Sin embargo desde ahora la etimología catalana resumida al principio puede darse ya por sentada.
POSDATA. Ahora podemos ser más concluyentes y sentar como probable que es palabra catalana de origen valenciano mozárabe. No sólo por la enorme popularidad y arraigo de las actividades pirotécnicas en todo el País Val., corroborado elocuentemente por su ubicuidad en la toponimia y antroponimia («Mas del Cueter», «Casetes del Cueter», «Taller dels Cuets», «Plaça dels Cuets» en todas partes, y hoy generalmente en una forma evolucionada, con u, antes con o) sino porque, según ya sospechaba, se documenta en tierra valenciana antes que en parte alguna: en documentos valencianos del libro de Salvador Carreres Zacarés, Ensayo de una bibliografía de libros de fiestas... (Valencia, 1925), vol. II, pp. 113 y 127 el cat. coet ya aparece, al menos, en 1445, donde el contexto da la impresión de ser palabra «habitual»; coet volador en 1459 (comunicación de Joan Fuster). Pero es que además el vocablo tiene allí otra acepción que será tan etimológica, o más, que la general: en la Albufera, por lo menos, coets son una especie de aneas rematadas por una cola en forma de porra (que los muchachos emplean a modo de cigarro: «boves d’estes que en fan puros»). Es muy posible que exista o que haya habido una variante codat o codet, más etimológica, en algunas comarcas, y que de ahí derive, como colectivo en -ETUM, El Codadet, nombre de un barranco de Montitxelvo cerca de Gandía. Hay desde luego fundamento para sospechar que el val. coet con ambos significados se trate de CAUDATUS con evolución fonética mozárabe (-ato > ár. -༘t > cat. -et), puesto que coda está bien documentado como mozárabe en Abenbeklarix (Simonet). Habrá corrido una variante codete como nombre del cohete, pues así dicen todavía en Benasque, donde lo oí.
DERIV.
Cohetazo. Cohetero. Encohetar [V. arriba].
1 «Los moldes de los coetes con toda su exarcia», «Coetes, tres dozenas».― ↩
2 Moraes, Vieira, CortesƟo y Fig. no traen autoridades.― ↩
3 Añádanse un ej. de Quevedo en Pagés y varios de Quiñones de B., NBAE XVIII, 719; encohetado ‘ardiente’, con aplicación a un enamorado, ibid. p. 612; también en Colmenares, a. 1637.― ↩
4 De ahí cojete en Venezuela (Seijas). Es caso igual al de cojombro CU(C)UMEREM, cojollo CU(C)ULLUM.― ↩
5 No logro documentar esta forma que cita M-L.― ↩
6 CortesƟo y otros sugieren como étimo el fr. queuté ‘provisto de cola’, voz más bien rara y reciente en la lengua literaria, y que en los dialectos tampoco tiene el significado que buscamos (FEW II, 522b).― ↩
7 Mistral cita un cat. cuet en su artículo couet, pero sin dar significado. Se tratará de una comparación etimológica y no semántica, y deberemos entender este cuet como variante ortográfica de coet ‘cohete’ (escrito de aquella manera por Labernia, etc.). Por lo demás en Mallorca, según Alcover, coet significa ‘pieza de papel que entra en la cola de una cometa’.― ↩
8 Comp. con el prov. couet «paquet d’étoupe» el fr. etoupille «fusée d’amorce, petite fusée comuniquant le feu aux pièces de campagne» (Littré, s. v. fusée). ↩