CODOÑATE, ‘dulce de membrillo’, del cat. codonyat íd., derivado de codony ‘membrillo’, que procede del lat. vg. COTĶNĔUM, alteración del gr. κυƌǠνιον íd.

1.ª doc.: codonate, J. Ruiz, 1334b.

En este pasaje deberá leerse seguramente codoñate, aunque S y G concuerden (çedonte en T), pues el significado es claro. En inventarios aragoneses está codonyat desde 1373 (VRom. X, 132). Covarr. (s. v. membrillo) dice que en Valencia codoño significa ‘membrillo’ y codoñate ‘carne de membrillo’: luego para él no se trata de verdaderas palabras castellanas, sino de palabras catalanas castellanizadas por él o por otros. La tradición del vocablo no se reanuda hasta las ediciones recientes de la Acad. (falta aún en 1899). El lat. vg. COTĶNĔUM está documentado en glosas (CGL II 117.26, III 473.71, etc.). Desde codoñate la terminación -ate se extendió a otros dulces (almendrate, piñonate; formación muy abundante ya en Rob. de Nola [1525]: membrillate, 112, higate, 92, etc.). En catalán coexisten codonyat y codonyac (comp. fr. cotignac). Para la cuestión de cuál de éstas terminaciones es más antigua, y si vienen de la latina -ATUM o de la gr. -ιακóν, V. mi DECat., s. v., y provisionalmente mi nota del Homen. a Rubió i Lluch III, 311 (agregúese «confitura de gyngibracho» en un doc. dirigido por el Rey de Inglaterra a Montpelier, año 1232, en Bol. de la Soc. Castellon. de Cult. XVII, 258). Otros datos y reflexiones sobre el origen del cat. codonyat y el port. marmelada por V. Leingruber-Guth, Est. Rom. del IEC XVIII, 1968, 75-94.