CISNE, del fr. ant. cisne (hoy cygne) y éste del lat. vg. CէCէNUS, lat. CYCNUS, tomado del gr. κǯκνος íd.

1.ª doc.: S. XIII, Biblia Escurialense: glos. de Oroz, n.º 194; comp. el nombre de lugar derivado Cisneiros (hoy Cisneros) ya en doc. de 1064, M. P, Oríg., 365.

CէCէNUS se halla en glosas latinas y en la Ley Sálica, es conforme a la tendencia latina a intercalar una vocal en tales grupos consonánticos de origen griego (comp. Alcumena < ୃλκμƲνƓ, sciniphes < σκνίπες), y dió el it. ant. cecino, cecero y formas dialectales italianas citadas en el REW, 2435. Aunque una forma cizne aparece en un manuscrito cuatrocentista de Juan Manuel y en la Gaya de Segovia (junto a cisne: p. 55), no es probable que el cast. y port. cisne sean formas autóctonas (comp. los cultismos o semicultismos oc. ant. cinhe, cat. cigne, (cast. ant. cigno en la 1.ª Crón. Gral., p. 39b) sino variantes propiamente francesas, pues sólo en francés se explica normalmente la i tónica como representante popular de una է latina en esta posición (comp. cil CէLIUM, Cambraisis CAMERACNSEM, cire CRA). Del castellano salió el campid. Ɋini (M. L. Wagner, ARom. XIX, 7). La historia francesa del Caballero del Cisne (incorporada a la Gr. Conq. de Ultr.) pudo tener decisiva influencia en el S. XIII para la adopción de esta forma transpirenaica.