CHISTE, ‘dicho agudo y gracioso’, tuvo especialmente el significado de ‘chiste obsceno’, que parece haber sido el originario, pues se trata de un derivado de chistar ‘hablar en voz baja’, ‘hacer ademán de hablar’, ‘sisear, llamar siseando’, debido a que esta clase de chistes se dicen en voz baja o al oído; en cuanto a chistar, proviene de la voz šššt o Ƈst, onomatopeya del cuchicheo y empleada también para llamar a las personas.

1.ª doc.: chista, Berceo, S. Dom., 470; chiste, 1534-6, Juan de Valdés, Dial. de la L., 3.23; comp. Cej. VIII, § 10.

M. P., Rom. XXIX (1900), 345-6, siguiendo ideas de Rosal, quería considerarlo procedente de un lat. *SCISCէTUM deriv. de SCISCէTARIinformarse’, ‘decidir’, que habría tomado el significado de SCITUS ‘agudo, chistoso’, por ser ambos derivados de SCIREsaber’, pero ya M-L., REW, 7726, hizo notar que esta etimología temprana del maestro de la filología española no es aceptable, especialmente por razones fonéticas: aparte de la irregularidad de la ch- procedente de SC- (el ejemplo de chisme SCHISMA se funda en etimología probablemente falsa), no hay duda de que en palabras de esa estructura la -T- se habría sonorizado en castellano; nótese además lo hipotético del significado.

Sin duda chiste es inseparable de chistar1, que, según Palet y Oudin en su tiempo significaba no sólo «parler bas», sino ‘charlar amistosa o graciosamente’ («babiller, bavarder») y ‘decir chistes o necedades’ («dire des sornettes»); la doble forma chiste y chista confirma, en efecto, el carácter postverbal2. La única dificultad estriba en la explicación semántica de chiste. Covarr. se acerca muy vagamente a la verdad al explicar esta relación diciendo que los «chistes le tienen [‘tienen chiste, gracia’] quando se dizen con mucha agudeza y pocas palabras, y como a la oreja, del sonido chis-chis». Podría también pensarse que de chistar ‘llamar siseando’ se pasó a ‘sisear’, ‘abuchear’, ‘escarnecer’, teniendo en cuenta que Aut. documenta en Paravicino († 1633) la ac. de chiste como ‘burla, chanza’ (hacer chiste de alguna cosa, por lo tanto ‘hacer escarnio’). Sin embargo, lo más probable me parece la explicación anotada arriba y sugerida también por las acs. de Oudin. Ahora bien, en Berceo chista es evidentemente algo más grave que un chiste en el sentido moderno: «Mostrat el Pa-ter Noster a vuestras criaturas, / castigat que lo digan yendo por las pasturas, / mas vale digan esso que chistas nin locuras, / ca suelen tales moços fablar muchas orruras»; las explicaciones sinonímicas locuras y orruras y la aplicación especial a la juventud sugieren claramente la idea de liviandad o chiste lascivo, y, en efecto, tal especialidad semántica está documentada inequívocamente en el portugués temprano, justamente en los primeros ejs. que poseemos de chiste en portugués; en la Comedia del Rey Seleuco de Camoens chiste es una canción ligera y deshonesta: «―Mande-lhe cantar um chiste. /Chiste nƟo, que é deshonesto, / Ε nƟo tem esses extremos. / Outro canto mais modesto» (Vieira), y Moraes lo halla en el sentido de «tonilho e letra burlesca, satírica e tal vez lasciva» en André de Resende († 1573); también en el castellano de la época: en Lope un personaje califica chistoso de «nombre vergonzoso» y pregunta: «¿qué diferencia de cualquier afrenta tiene?», aunque su interlocutor protesta que «agora se usa por excelente vocablo» (Rivad. II, 266b); en castellano se halla también chiste como nombre de una composición lírica de contenido vario, cantada, pero no satírica ni irónica, aunque parece ser siempre breve, en Mateo Flecha († 1553) y en otras fuentes de med. S. XVI, alguna algo anterior a 1550, Josep Romeu, Anuario Musical XIII, Barcelona, 1958, 73-75.

En cuanto a chistar, Aut. lo documenta sólo en la ac. «querer empezar a hablar, quedarse sin hacerlo, formando sólo aquel primer sonido que sale con el movimiento de los labios y percusión del aliento», y documenta el uso de no chistar ‘no llegar a hablar, no atreverse a hablar’ en Acosta [1590] y en varios autores del S. XVII3; Cej. VIII, § 10. Pero chistar «hablar entre dientes, lat. mutire» aparece en el dicc. de Sánchez de la Ballesta (1587), Rosal (1601) define «hablar muy quedito, fingido del chi chi4 que suena a quien habla pasito», y hoy la ac. ‘llamar a alguien siseando’ es corriente para chistear en Salamanca, y para chistar en el Uruguay, Argentina y Chile5. Ahí se ve bien claro cómo chistar deriva de la interjección chst para llamar a alguno, comp. con ligeras variantes colomb. chitar ‘detener o hacer parar a un animal con la interjección ¡chit!’ (Tascón), cast. chitar ‘chistar’ (Acad., falta aún 1899), canar, sitar ‘llamar haciendo ¡st!’ (Millares); vasco vizc. txistada ‘llamamiento con un sonido ts, ps o sss’ (Azkue). Sin embargo, chiste deriva más bien de la ac. ‘hablar al oído, cuchichear’, documentada por Rosal y Oudin.

DERIV.

Chistar, vid. arriba. Chistoso [Lope]. Rechistar.

1 Así lo dijo ya C. C. Rice, Hisp. R. VI, 75, pero su idea de derivarlo del vasco txistu ‘silbido’ (él dice ‘silbar’, inexactamente) es descabellada. Nadie dudará de que chistar es onomatopeya creada en castellano.―

2 El castellanismo catalán xisto [1824] puede indicar la existencia de una forma dialectal castellana *chisto, pero quizá es simplemente analógico de los plurales boscos, aquestos, frente a los cast. bosque, este. Paralelamente el vco. bazt. sesto ‘chiste, ocurrencia graciosa’.―

3 Otro, donde se ve la conciencia que tenía el autor de la relación entre chiste y chistar: «―Siéntense y no chiste un alma. ―Ése fuera el verdadero chiste», Quiñones de B., NBAE XVIII, 833a.―

4 Gall. siar ‘decir murmurando, cuchichear (algo)’: «sioume con voz estremecida estas verbas: meu bailador!», «un día sioume que estaban arrombando o submarino Peral» Castelao 270.3f., 197.16. Cf. gall. silandeiro ‘callandito, en silencio’ (Vall., Lugrís, Eladio Rdz.).―

5 «Sentí que me chistaban andando por la calle, y me volví para ver quién era», «ya le chistamos en la otra cuadra y recién paró en ésta» (en el tranvía), son frases que se oyen a cada paso; «se salía a la puerta a chistar al paco [policia] para que diera una manito» en el chileno Armando Moock, La Nación de Β. A., 9-II-1941; «las tres estrellas... parten detrás del ñandú, cual si lo fueran chistando» en el uruguayo F. Silva Valdés (La Prensa de Β. A., 12-V-1940). Se emplea además para la voz típica de la lechuza y otras aves nocturnas; y chistido, además de designar esta voz sustantivamente, es «el chistido persistente que usan los paisanos para calmar un caballo» (Guiraldes, D. S. Sombra, p. 26). Chitar figura como verbo transitivo (chitar el caballo) para expresar esto mismo en el chileno G. Maturana, D. P. Garuya, p. 143.