CHILCA, rioplat., chil., per., ecuat., colomb., venez., nombre de varios arbustos del género Baccharis, del quich. Ƈ’íka íd.

1.ª doc.: 1586, en una Relación Geográfica; 1602, Garcilaso el Inca.

Lenz, Dicc. 278-9; Friederici, Am. Wb., 174. Hay variante chilco (Colombia, Ecuador)1, y también chirca (Uruguay: RH XL, 540), debida a disimilación en el derivado chircal (cita uruguaya de Cuervo)2; conjetura Cuervo (Ap.7, § 808) que de ahí viene el colomb. chircal ‘tejar, ladrillar’, por el uso que los ladrilleros hacen de la planta como combustible.

Con este vocablo importa no confundir los descendientes del lat. QUERCUS, lat. vg. CERQ(U)US, ‘encina, roble’, que han sobrevivido en el Oeste y Sur de la Península como palabras vivas y en la toponimia de todas partes, recogidos ya en su mayoría por Simonet, Nunes (A vegetação na toponímia portuguesa, 35) y M-L. (REW 6949-51; RFE VIII, 235), entre otros port. y gall. cerquino ‘especie de roble’ (B. Pereira; Sarm. CaG. 147r, 93v, 163r, A44v), mozár. chirca, port. Cerco, Cerquedo, Cerquido.

1 Pero chilco o trilco ‘Fuchsia coccinea’, voz chilena, es palabra independiente, de origen araucano.―

2 El uso de chilca, según Malaret, llega hasta Guatemala, y en la América Central chirca designa, según la Acad., una euforbiácea. No sé si ahí se trata de la misma palabra o de un homónimo.