M. L. Wagner,
Journal of the Gypsy Lore Society, 3rd. Series, vol. XVI, p. 32
1; íd.,
RFE XXV, 167-8; íd.,
Notes Ling.
sur l’Argot Barc. Se emplean también, o se han empleado,
chavó (Acad. 1899), procedente de la forma básica de la misma voz gitana;
chavea m., que es especialmente andaluz [1909: Ricardo León; A. Venceslada] y procede del vocativo masculino singular
Ƈavaia;
chai ‘prostituta’ [Salillas, 1896], ‘niña’ [Besses], quizá relacionado con
chaví, que en gitano es el femenino regular de
chavó (Wagner,
RFE XXV, 168-70); según Borrow sería en realidad un plural ‘niños, muchachos’; en Chile se dice
chey. Besses registra otras formas más estrictamente jergales: la masculina
chaboró,
-borró, y la femenina
chaborí. En catalán, además de
xaval y el jergal
xaveia, se emplea
xava m., entre las clases bajas de Barcelona. Más datos en Toro,
RH XLIX, 411-2, y en Tagliavini,
ARom. XXII, 253-4.