CHANFAINA, ‘guisado de bofes aderezados con cebolla y otros condimentos’, en catalán samfaina, parece ser alteración de sanfoina, con cambio de sufijo; palabra tomada del lat. sǰmphōnĭa ‘concierto’, ‘música armónica’, ‘acompañamiento musical’, y éste del gr. συμưωνία ‘acuerdo de voces o de sonidos’, ‘concierto’, ‘consentimiento, unión’, derivado de ưωνƲ ‘voz’ con el prefijo συν-, que expresa compañía.

1.ª doc.: 1605, Pícara Justina.

Aut. (y hoy todavía la Acad.) define meramente «guisado hecho de bofes o livianos», y metafóricamente «cosa de poca monta o aprecio». El diccionario gallego de Vall. confirma lo primero («guisado de bofes picados»), y de ahí que en este idioma llegue el vocablo a significar ‘pulmón’ en general (Zauner, RF XIV, 494). La 2.ª ac. figura en Quiñones de B. («grosería, terminillo, / mal miramiento, chanfaina!», NBAE XVIII, 800a), y modernamente en Pereda y otros autores montañeses (G. Lomas, s. v.). Pero Aut. reconoce que es también «mezcla de cosas, confusa o mal ordenada», y así lo documenta con el ej. más antiguo, de la Pícara Justina («no hay cosa criada sin chanfaina de malo y bueno»). De hecho, tal como este guiso se estila en Cataluña, puede hacerse con menudos, con carne, con bacalao o con otra clase de carne o de pescado como comida de fondo, pero la samfaina allí no es esta comida, sino la fritada o salsa que la acompaña, compuesta de pedacitos de pimiento, tomate, berenjena, etc. (así la describe Fabra, pero es muy conocida en todas partes). Con ello coinciden esencialmente las explicaciones que se dan de la chanfaina argentina1, de la chinflaina murciana («guiso de asadura con cebolla»: G. Soriano) y de la chanfana portuguesa, que si bien es también «guisado de fígado», va cocido «em caldo com especiarias» (Moraes)2: de ahí el sentido figurado «sarapatel, sarrabulho» (mezcolanza, confusión), común, por lo demás, con el castellano y el catalán, y que daría lugar a la ac. ‘rufianesca, vida airada’ que registró Juan Hidalgo (1609). En una ficha de 1926 anoté la etimología symphōnĭa y ahora veo por Nascentes que en ello coincidí con el filólogo brasileño JoƟo Ribeiro. Pese a la -l- del secundario y poco extendido chinflaina (cha-), no es derivado del alav. chofle, salm. chofe ‘bofe’, como quiere GdDD 6457: la sanfaina catalana es una salsa y no es de bofes; en Navarra es champolla «pedazos del estómago de la vaca, ternera o carnero, que se comen guisados» (Iribarren), que confirma la etimología SYMP(H)ONէA, con disimilación m-ñ > m-ll (comp. zampoña del mismo origen, etc.). Sin duda en gran parte de España la chanfaina puede hacerse con bofes, y aun es corriente que así se haga (de ahí chanfaino ‘chorizo de bofes’ en dos pueblos de Extremadura, según RDTP IV, 630), pero ni ello es general ni nos orienta hacia una etimología practicable.

No hay dificultades fonéticas, pues se trata de una voz semiculta que dió por otra parte el aran. sanfòina (BDC VI, 34), cat. sanfoina (Ag.), langued. sanfónio ‘gaita’ ( = cast. zampoña, port. sanfonha), y con dilaciones diversas, pallar. fimfoina, prov. founfòni, aran. sansònia (BDC XXIII, 291) ‘gaita’, o en otros sentidos sic. fanfonia, it. fandònia, ‘habladurías, cuentos’, Bregaglia sampoin ‘campana’, fr. ant. sifoine ‘cierta hierba’ (REW 8495). Claro está que la terminación rara -oina fué sustituida por el sufijo -aina, cuyo valor afectivo se adaptaba bien a los varios empleos del vocablo, y que de aquí se pudo llegar incluso a -ana, en portugués3. Desde el punto de vista semántico, observemos que el significado ‘acuerdo de voces’, ‘acompañamiento’, está bien documentado desde la Antigüedad, que es mucho más frecuente entonces que symphonia como nombre de un instrumento especial (vid. ZAMPOÑA), y que se hace presente en romance con la ac. italiana ‘habladurías’ (quizá pasando por ‘mezclas’, comp. port. mexericos, de mexer MISCERE) y con la catalana ‘especie de paño, sin duda lleno de colorines’ (samfonets y simfònies en Ag.); la aplicación de un término musical a un guisado no es ajena a nuestros menús actuales y me bastará recordar que en Barcelona se da el nombre de zarzuela a un plato de pescados varios que suele comerse en la verbena de San Juan. Permítaseme agregar que junto a la citada voz italiana y a su variante de Lucca sanfònia «discorso, chiacchiericcio, pettegolezzo» (Studi Romanzi I, 49), se halla el murciano chanflonía «chanza, chuscada» (G. Soriano), con la misma l secundaria que el murc. chinflaina arriba citado, y con la misma acentuación cultista que el cast. chinfonía ‘gaita gallega’ (Terr.) o el fr. ant. chifonie (rimando con -íe en muchos textos citados por God., II, 133b), hoy chifournie en Guernesey y en la Alta Normandía. Y que de chanflonía parece se extrajo el seudo-primitivo chanflón ‘tosco, ordinario’ [princ. S. XVII: Quevedo, Jacinto Polo y otros citados por Fcha.; 1601, Rosal, en Gili], ‘basto, inculto’ según Terr., que aunque se ha aplicado también a monedas y a clavos, significaría primitivamente ‘mequetrefe, embrollón, chusco, chapucero’, aplicado a personas (caballeros hebenes, hueros, chanflones, chirles, en el Buscón).

1 J. P. Sáenz, La Prensa de B. A., 5-VII-1942, dice que es plato típico de las provincias centrales y andinas: «guisado de sangre coagulada de cabrito, con menudos, y aderezado todo con cebolla y otros ingredientes». Chaca, Historia de Tupungato, p. 267: «menudos sancochados y sofritos con pimentón y otros condimentos». También Ángel Ma. Vargas, La Prensa, 29-XII-1940.―

2 Con ejs. de los SS. XVIII y XIX ahí y en CortesƟo.―

3 Pero chanfaina en el portugués de Tras os Montes (RL I, 208). Nótese que semphaine se halla en Philippe de Vigneulles, y cyfanie en el Rouman d’Alixandre, en el sentido de ‘instrumento musical’ (God. II, 133b).