CHAL, del fr. châle y éste del persa šāl.
1.ª doc.: Acad. ya 1843.
En francés se halla frecuentemente, en relaciones de viajeros, desde 1666 (Dalgado, Gloss., 252-3). El vocablo se aprendió en la India y con referencia a un producto de Cachemira, y pudo tomarse sea por conducto del dialecto índico de esta región, sea directamente del persa, que estaba muy extendido en la India como idioma cortesano. El inglés shawl (de donde el cast. chaul ‘tela de la China’, Acad. ya 1843) procede directamente del persa; en las demás lenguas europeas entró por conducto del francés.
DERIV.
Chalina (Acad. 1884, no 1843)1.
1 En la Argentina (Mendoza) esta palabra significa ‘especie de bufanda’. En España es una corbata ancha. ↩