CERRIÓN, ‘carámbano de hielo’, origen incierto, quizá de *cirión, derivado de cirio, por comparación de forma.

1.ª doc.: APal. 77b; Nebr.: «cerrión de carámbano: stiria».

Esta palabra latina significa ‘gota congelada’, ‘gota que cae de la nariz cuando hace frío’. Parece tratarse de una equivalencia latina solamente aproximada (aunque Oudin reprodujo esta ac. de Nebr.), pues lo único que hallamos en autores1, en Covarr. y en Aut., es ‘el agua helada que cuelga de las canales de los tejados o de las peñas’. Por influjo de chorro, cerrión se ha convertido en chorreón en el habla de Almería, donde llaman así los cilindros de hielo que cuelgan de una ventana, etc., y también las manchas largas causadas por un chorro de líquido sucio.

R. Cabrera, seguido por Diez, partía del lat. STզRIA, que presenta insuperable dificultad fonética2. Larramendi dice que «viene del vascuence chirria, gelachirria, que significa lo mismo»; en realidad, lo único que podría significar lo mismo en vasco, es el compuesto *jelatxirria ‘el chorro de hielo’ (aunque parece ser compuesto forjado por Larramendi)3, pues txirri es ‘chorro’―voz del mismo origen onomatopéyico que el cast. chorro―, y jela es ‘hielo’; debe desecharse, pues, este origen.] M-L., REW3, 9621a, deriva cerrión del vasco zinzerri ‘cencerro’, étimo de la voz castellana del mismo significado; no habría gran dificultad semántica para ello, pues cencerrón es ‘redrojo, racimo de uva aislado que cuelga de una vid’ [1513], y una comparación análoga de un carámbano con el cencerro que cuelga del cuello de un animal, sería concebible; pero formalmente cerrión está bastante lejos de cencerro, y no se ve explicación para la caída de la sílaba cen-. Probablemente esta idea se la sugeriría a M-L. la forma cencerrión ‘carámbano’ registrada sólo por el diccionario académico en 1783; pero tratándose de una forma tan tardía y aislada, conviene explicarla por un cruce de cerrión con el leonés y portugués cenceño, cenceno, sincelo, ‘carámbano’ (vid. CENCEÑO).

Más verosímil me parece el étimo de Covarrubias, lat. CէRRUSrizo de cabellos’, ‘la crin de un caballo’, ‘copete de una ave’, de donde nuestro cerro ‘manojo de lino o cáñamo’, puesto que, al fin y al cabo, el port. sincelo viene probablemente de CINCINNUS ‘rizo, tirabuzón’. El pasaje de APal. donde se relaciona nuestro vocablo con el lat. cirratus, presta gran apoyo aparente a esta etimología; sin embargo, hay que desconfiar, pues es claro que el humanista medieval está haciendo una interpretación etimológica4. Y siempre quedaría la i de cerrión por explicar.

Finalmente, tomando en consideración el gran número de denominaciones romances del carámbano que significan propiamente ‘candela’―port. candeia, alav. candela, cast. candelizo, y las numerosas formas dialectales italianas, occitanas y francesas reunidas en el FEW II, 178b, y en el REW, 1578―, me inclino por mirar cerrión como derivado de CREŬScirio’, con rr debida a influjo de otras palabras y particularmente del citado cerro.

1 Lo emplearon los castellanos viejos Juan de Pineda (1589) y Colmenares (1637), y el tudelano Arbolanche (a. 1566): «hallando que enterneciera / los muy elados cerriones», 64b2. Nebr., en su diccionario latino-español, da además la ac. ‘queso blando o fresco’, reproducida por Oudin y Franciosini, que puede explicarse por comparación con el frescor de un carámbano.―

2 ST- > c- sólo se explicaría admitiendo un intermediario mozárabe en eçti- > eçi-; pero ni hay huellas de formas con vocal inicial, ni tenemos noticias de que el vocablo se empleara en mozárabe o en el Sur de España. Además la զ hubiera dado i y no e; la otra I habría desaparecido, uniéndose con la vocal precedente; y todavía quedaría la discrepancia entre la rr castellana y la R sencilla del latín.―

3 Lo único que hallo es jelazaria ‘carámbano’, sólo en Aizkibel; pero es errata por jelaziria, donde ziri es ‘cuña, clavija, palo’, ‘objeto de forma alargada’ (Michelena, BSVAP X, 383). Lo cual permitiría en rigor interpretar el gelachirria de Larramendi de la misma manera, si bien mezclado con txirri ‘chorro’. De todos modos sería arriesgadísimo derivar de ahí el cast. cerrión.―

4 «Cirratus puer es el que tiene los cabellos no compuestos, como cerriones». Podría deducirse de ahí que cerrión significaba entonces todavía ‘rizo’ o ‘tirabuzón’, pero así sobraría el no. Probablemente APal. sólo conocía vagamente el sentido de cirratus ‘rizado’, pero sabiendo que se refería al cabello, imaginó que significaba ‘lacio, no rizado, dejado caer’, guiándose por su comparación con cerrión ‘hielo pendiente’. Con esta ac. evidentemente emplea la variante cirrión en 472bstirma [sic] es agua que corriendo delgada se yela y se faze cirrión»).