CENDAL, palabra común con el fr. ant. (cendal íd.) y con otros romances, de origen incierto; es dudoso que venga del gr. σινƌǠν, -óνος, ‘tejido fino, especie de muselina de origen índico’.
1.ª doc.: Cid1.
Desde el punto de vista semántico no habría dificultad en identificar con el griego σινƌNjν, -óνος, lat. sindon, -ōnis (Marcial), tanto más cuanto que hay referencias de que el cendal podía traerse de Oriente4, si bien era también de fabricación occidental. Pero el cambio de terminación (que aceptaron Diez, Wb., 346, y M-L., REW, 7935) es muy violento. Es difícil semánticamente derivar del ár. vg. sendâl ‘chapa, lámina delgada de metal’ (alteración del ár. sandân ‘yunque’), como propone Covarrubias (comp. Dozy, Suppl. I, 693a); además en romance esperaríamos entonces *cendel.
DERIV.
Cendalí [1637, M. de Zayas]. Cendalino murc. ‘(palomo) de color ceniciento’ (?).
1 Para documentación antigua, vid. M. P., Cid, 5712; A. Castro, RFE VIII, 333-4; Cej. VIII, § 40.― ↩
2 Me pregunto si no será variante picarda de cendal el moderno chandail, al cual se le busca (vid. Bloch) una complicada etimología anecdótica, cuya fundamentación convendría examinar con ojos críticos y algo escépticos.― ↩
3 Cuatro ejs. en Tobler. No es imposible que de ahí salga el cat. y arag. sendera ‘red que se pone a la embocadura de una madriguera para cazar conejos y liebres’ [Cortes de Zaragoza, de 1528: BRAE XVI, 60-1], vid. BDC XXIV, 180. Según GdDD 6043 sendera ‘red de cazar conejos’ vendría de senda por ponerse en las sendas que forman los conejos en la hierba, lo cual no negaré por ahora, pero es indispensable confirmar el dato.― ↩
4 Cendaus d’Andre, en los Romans de Thèbes y de Troie, y en otros viejos textos franceses (Tobler), localidad que se ha identificado con Andros. Existen también otras opiniones acerca de los cendales de Adria del Cid, 1971, en relación evidente con esta denominación francesa; vid. M. P., Cid, s. v. Adria; Crescini, RFE IV, 278. ↩