CATRE, ‘cama ligera para una sola persona’, tomado del port. catre íd., y éste del tamul kaƫƫil ‘cama’, ‘sofá’, relacionado con el scr. kháƫvā ‘lecho, catre’.
Dalgado I, 234-6. En portugués se hallan las variantes
cátele [1510],
cátel y
catle [1552],
cátere [1535]
1 y
catre [1525]. Además del significado moderno expresó, sobre todo en viajeros de la India, una especie de hamaca de lona; una pequeña cama de pies bajos y fácil de armar y desarmar, como las que se traían de la China; y el trono de los reyes de Malabar, consistente en un estrado o diván ricamente guarnecido. El uso por parte de los marinos que se dedicaban al tráfico con la India, hizo que el sentido se fijara definitivamente en el moderno de ‘cama tosca y pobre’, como las empleadas en la navegación. El fr.
cadre ‘especie de cama para domir en los buques’ (Littré, 1863), lejos de ser la forma originaria, como creía J. Storm (
Rom. V, 174-5), no es más que una alteración del vocablo luso-castellano; también proceden del castellano el cat. y sardo
catre íd. Nótese la ac. secundaria ‘cada una de las almadías que componen una
balsa, o serie de pequeñas almadías atadas entre sí’, usual en la Arg. (Granada, Garzón). Vid. también Krüger,
Hochpyr.
A, II, 250. Es notable la semejanza con el gr. tardío
κράββατος ‘catre’ ―documentado desde los Setenta y que se cree de origen macedonio― de donde proceden el lat.
grabatus y el fr.
grabat ‘catre’, así como el ruso
krovatĭ (y búlgaro
cravátsĭ) ‘cama’, mas parece ser de origen casual. A lo sumo podría examinarse la posibilidad de que en la India fuese palabra de procedencia griega o anatolia, pues no está bien averiguado el origen del tamul
kaƫƫil, ni si éste procede (o viceversa) del sánscrito, aunque parece que son más bien los sánscr.
kháƫvā ‘catre’ y
khaƫƫiɅ los que salen del dravídico. De todos modos no hay por qué dudar de que en portugués y castellano procede de la India. Vid. Pokorny,
IEW, 404; Vasmer,
Etim.
Slovárĭ Russk.
Iaz. s. v.; Mayrhofer,
K.
Etym.
Wb.
des Altindischen I, 298.