CATACUMBAS, tomado del lat. tardío catacumbae íd., de origen incierto.
1.ª doc.: Terr.
Para el origen de la voz latina, V. las opiniones discrepantes de Ernout-M. y de Walde-H. Mero compuesto de κατĮ con tumbae, como parecen inclinados a admitir Walde-H. y Bloch, no creo que lo sea, pues ni puede pensarse en una mera disimilación, ni es verosímil una alteración por accumbere. Mucho más probable es que haya alteración debida a catechumeni, tan empleado en la literatura hagiográfíca relativa a la época (catacumbae no aparece hasta el S. IV). Parece lo más sugestivo admitir que se diera a estos subterráneos el nombre de (cryptae) *catechumenae, a modo de adjetivo sustantivado, y que el vulgo romano, ante este extranjerismo, sin apoyo en latín, lo alterara en catacumbae por cruce con tumbae. Partir del griego κύμβƓ con Skeat, no parece aconsejable, pues éste no está bien documentado ni en griego, ni en latín, ni en romance, más que en los sentidos de ‘copa’ y ‘barquichuelo’, y aunque en algún glosario medieval parece aplicarse a las catacumbas (vid. Goetz, CGL, s. v. cumba, gumba), esto quizá no refleje más que una etimología de glosadores, que prueba muy poco o nada.